Crecimiento de 4% sí es posible en un par de años: Alicia Bárcena

Los proyectos de inversión del gobierno actual y la reconfiguración del gasto público van a dar resultados, a lo que se suma el impulso de las políticas monetaria y fiscal, indica la secretaria ejecutiva de la Cepal.

El combate a la corrupción y la impunidad, de los desafíos del país. Octavio Hoyos
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, aseguró que pese a la desaceleración económica mundial sí es posible que México alcance una tasa de crecimiento de 4 por ciento, pues los proyectos de inversión del gobierno actual y la reconfiguración del gasto público van a dar resultados, a lo que se suma el impulso de las políticas monetaria y fiscal; no obstante, el país presenta desafíos como la corrupción, impunidad y desigualdad, así como lograr que los grandes proyectos en el sureste no dañen el medio ambiente.

¿Se logrará el crecimiento de 4 por ciento planteado por el gobierno? 

Estamos ante un cambio de modelo en el país, una transformación a la que ha invitado este gobierno, y esto hace que siempre el arranque de un proyecto sea un tanto distinto, en cierta forma ralentiza un poco el crecimiento, la inversión, el cambio de algunas reglas, de propuestas; además el escenario mundial es bastante pesimista porque hay una desaceleración sincronizada de todas las economías y México no está exento, ni siquiera Estados Unidos. El 4 por ciento que plantea puede ser factible a lo largo de un par de años; 2020 va a ser mucho mejor que éste por muchos proyectos de inversión, el gasto público mismo, la reorientación de la inversión pública y un aspecto muy importante es que este gobierno ha elevado el salario mínimo, creo que hay espacio para subirle un poquito más, pero eso es cuestión de hacer los números bien. 

Además, México es un país con baja inflación, los precios no impactan tanto en el bolsillo de los ciudadanos. También le ha favorecido la tensión comercial entre China y Estados Unidos, con una reorientación del comercio mundial, en el sentido de que ha sustituido algunos bienes hacia EU. No se ha sentido totalmente en la economía porque falta arrastre, vinculación, encadenamientos, pero las propuestas sobre la mesa de potenciar el empleo, apuntalar a los jóvenes, producir más en el sector agropecuario, de tener una orientación a la infraestructura, de potenciar el desarrollo en el sur-sureste del país, tienen que rendir frutos el próximo año sin lugar a dudas.

​¿Qué papel jugará la política monetaria en las perspectivas para 2020?

Un gran papel, ya se logró disminuir la tasa de interés de referencia en algunos puntos base y eso ha sido muy importante, claro que México está muy atado a lo que haga la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, pero ésta bajó su tasa de referencia y eso es muy importante, porque al hacerlo puedes lograr estimular la inversión, que cueste menos el dinero.

¿Cómo puede ayudar la política fiscal a apuntalar el crecimiento?

En la política tributaria hay claras señales de que no se quiere ir por el lado de los impuestos, pero sí por el lado de ser más eficientes y efectivos en la recaudación, eso implica que haya mayor control tributario sobre la evasión y la elusión fiscal, también el análisis de los privilegios fiscales. Creo que eso ha sido muy interesante e importante, no subir impuestos tiene ciertos efectos positivos; por ejemplo, en el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex), el que no tenga una carga tributaria tan fuerte ayuda a que la empresa pueda salir más pronto del endeudamiento por el que ha tenido que transitar.

¿Cree que las acciones con respecto a Pemex van bien?

Hay cosas que veo positivas, otras no tanto. Una de ellas es que sí se ha logrado aumentar la producción y ese era el gran tema, lógicamente hay pérdidas pero más bien vinculadas al precio y otros factores, pero creo que el factor producción es fundamental. El segundo punto es el hecho de que ya hay contratos privados que están empezando a rendir frutos, justamente a partir de esta producción y eso va generando confianza. Otro punto importante es el control del huachicoleo. Todo eso no ha resuelto los problemas totales de Pemex, hay otros que hay que resolver.

¿Cómo evalúa la preocupación de las agencias calificadoras por Pemex? 

Las agencias calificadores han dado algunas señales positivas y una de ellas ha sido que al ver que en el fondo lo más importante para Pemex es producir más, porque al producir más va a tener un mejor desempeño y va a poder cubrir algo muy importante que su déficit, es lo que creo que las calificadoras están evaluando, no solo el gran agujero con que francamente se recibió a Pemex, sino cómo se está tratando de sortear esta problemática a partir de apuntalar a la empresa con mayor producción.

La infraestructura sigue atrasada. ¿Qué falta por hacer? 

La administración actual ha dado señales potentes de apuntalar grandes proyectos de inversión, por ejemplo el Corredor Transístmico: es muy interesante que puede traer ganancias importantes no solo en el terreno de conectar Coatzacoalcos y Salina Cruz, sino también la articulación de cadenas de valor entre estos dos puertos. En la conectividad hay una gran cantidad de externalidades positivas que pueden surgir de proyectos de esta naturaleza y esta administración está privilegiando y dándole prioridad a la infraestructura en el sur-sureste del país, que era una área muy rezagada, es importante hacerlo, pero siempre cuidando la parte ambiental.

¿Cuáles son los mayores desafíos para México?

Para mí el desafío más importante es combatir la corrupción y lograr eliminar ese lastre que ha dolido tanto, la impunidad. La desigualdad yo creo definitivamente es también uno de los grandes desafíos que tiene toda la región y México no es la excepción, así como el crecimiento, encontrar nuevos motores, ya que no son los mismos, el mundo está cambiando. El desempeño del sector agrícola y hay que mirar al futuro y buscar que haya apoyo a las inversiones y que sean exitosas. 

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