El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que la credibilidad fiscal puede atraer la inversión privada y fomentar la estabilidad macroeconómica, y comprometerse con unas finanzas públicas sanas, con un conjunto creíble de reglas e instituciones para guiar la política fiscal, puede facilitar las decisiones de política fiscal en la coyuntura actual.
De acuerdo con lo expuesto en el documento Monitor Fiscal, los gobiernos pueden manifestar su compromiso con la sostenibilidad fiscal al tiempo que abordan la crisis actual de diversas formas, como emprender reformas fiscales estructurales (por ejemplo, reforma de subsidios o pensiones) o adoptar reglas presupuestarias y establecer instituciones orientadas a promover la prudencia fiscal.
El FMI explicó que cuando los prestamistas confían en que los gobiernos son fiscalmente responsables, facilitan y abaratan el financiamiento de los déficits por parte de los países, lo que gana tiempo y hace que la estabilización de la deuda sea menos dolorosa.
Indicó que el compromiso de un país con la disciplina presupuestaria y la comunicación clara de las prioridades políticas, respaldado por la transparencia sobre el gasto y los ingresos del gobierno, da sus frutos.
El organismo abundó en que reglas e instituciones presupuestarias sólidas, respaldadas por una comunicación clara y transparencia fiscal, mejoran la credibilidad, lo que a su vez, mejora el acceso al crédito y asegura más margen de maniobra en tiempos de crisis.
En última instancia, los marcos fiscales sólo son eficaces si cuentan con suficiente apoyo político; aún así, ayudan a centrar las discusiones y, por lo tanto, pueden ayudar a alcanzar un consenso político sobre políticas fiscales creíbles.
En este contexto, el FMI reiteró que abordar la emergencia sanitaria sigue siendo fundamental, especialmente en países donde la pandemia aún no está bajo control, y el apoyo fiscal será invaluable hasta que la recuperación sea sólida; no obstante el momento adecuado para comenzar a reducir los déficits y la deuda dependerá de las condiciones específicas del país.
Recordó que los gobiernos también deben considerar los riesgos fiscales y la vulnerabilidad a crisis futuras, pues aunque las tasas de interés han sido muy bajas a nivel mundial, no hay garantía de que esto dure.
srgs