Credit Suisse fue acusada de no haber "aprendido nada" de la crisis financiera de 2008 en el primer día de un juicio en el Tribunal Superior de Londres sobre valores respaldados por hipotecas residenciales.
Loreley Financing, una sociedad instrumental creada por el banco alemán IKB, ha demandado a Credit Suisse por la compra en 2007 de 100 millones de dólares de pagarés como parte de una operación de obligaciones de deuda garantizadas.
La empresa, registrada en Jersey, afirma en los documentos judiciales que compró los pagarés debido a las "declaraciones falsas y deshonestas" de Credit Suisse sobre su valor.
Loreley también alega que las supuestas declaraciones falsas formaban parte de un "fraude sistémico" del banco suizo en relación con la titulización de valores respaldados por hipotecas residenciales (RMBS, por sus siglas en inglés).
Credit Suisse niega que existiera fraude alguno en relación con su negocio de RMBS, y afirma en argumentos escritos que el caso de Loreley es "totalmente inverosímil".
La demanda de Loreley, presentada en 2018, es muy anterior a la adquisición de Credit Suisse por su rival UBS el mes pasado.
Pero el caso subraya los problemas heredados que enfrenta UBS al adquirir Credit Suisse, que ha sufrido fallos de gestión de riesgos de alto perfil y una serie de pérdidas en los últimos años.
Al iniciar el caso, el abogado de Loreley, Tim Lord, se refirió repetidamente al acuerdo de 5 mil 280 millones de dólares de Credit Suisse con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que se acordó en 2016 para resolver las reclamaciones de que engañó a los inversores de RMBS.
Lord dijo que la defensa de Credit Suisse ante la demanda sugiere que el banco considera que su conducta, tal como se establece en una declaración de hechos acordada con el DOJ, era una "práctica bancaria aceptable".
Sin embargo, Credit Suisse argumentó en los documentos judiciales que el acuerdo con el Departamento de Justicia "no hace referencia a la deshonestidad, el fraude, la tergiversación a sabiendas ni nada por el estilo".
Su abogado Patrick Goodall añadió que, si Loreley está en lo cierto, "entonces no es sólo Credit Suisse el que dirigía un negocio totalmente deshonesto; muchas de las acusaciones formuladas contra Credit Suisse eran cuestiones que se repetían en todo el sector".
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MRA