Jackson Palmer, creador de la Dogecoin, dijo que tras años de deslindarse del tema y estudiarlo, considera a las criptomonedas son "una tecnología hipercapitalista de derecha", creada principalmente para beneficiar las ganancias de sus defensores a través de la evasión fiscal.
Palmer aseguró que no regresará a las criptomonedas, pues comentó que la industria es controlada por un cartel de personas adineradas, que integran una red de conexiones comerciales turbias, que abusa de los desesperados financieramente.
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"Después de años de estudiarlo, creo que la criptomoneda es una tecnología hipercapitalista inherentemente de derecha construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, supervisión regulatoria disminuida y escasez impuesta artificialmente.
"A pesar de las afirmaciones de "descentralización", la industria de las criptomonedas está controlada por un poderoso cartel de figuras adineradas que, con el tiempo, han evolucionado para incorporar muchas de las mismas instituciones vinculadas al sistema financiero centralizado existente que supuestamente se propusieron reemplazar", escribió.
Mencionó que la explotación financiera existió antes de la criptomoneda; sin embargo, ésta fue construida con el propósito de "que el embudo de la obtención de ganancias sea más eficiente para aquellos en la cima y menos protegido para los vulnerables".
"La criptomoneda es como tomar las peores partes del sistema capitalista actual (por ejemplo, corrupción, fraude, desigualdad) y usar software para limitar técnicamente el uso de intervenciones (por ejemplo, auditorías, regulación, impuestos) que sirven como protecciones o redes de seguridad para la persona promedio", afirmó.
Por ello, reiteró que no participa en debates públicos sobre las criptomonedas, además de que considera que "incluso la crítica más modesta provocará difamaciones de las poderosas figuras que controlan la industria y la ira de los inversores minoristas".
Sin embargo, dijo que aplaude a quienes aún cuestionan la el uso y manejo de las criptomonedas, pues afirmó que la tecnología debe mejor la vida de las personas.
"No se alinea con mi política o mi sistema de creencias, y no tengo la energía para tratar de discutir eso con aquellos que no están dispuestos a entablar una conversación sólida.
"Aplaudo a quienes tienen la energía para seguir haciendo las preguntas difíciles y aplicando la lente del escepticismo riguroso al que toda tecnología debería estar sujeta. Las nuevas tecnologías pueden hacer del mundo un lugar mejor, pero no cuando están desvinculadas de sus consecuencias políticas o sociales inherentes", resaltó.
FLC