La falta de una regulación monetaria para criptomonedas, activos digitales que emplean un cifrado criptográfico para garantizar su titularidad, representa un riesgo latente para la prevención de lavado de dinero y el crimen organizado, por lo que generan desconfianza, tanto para los participantes del sistema financiero como para los usuarios, por lo que no se prevé que puedan llegar a ser una moneda de cambio.
“Los activos virtuales aún representan un riesgo considerable en materia de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo debido al anonimato que provee este tipo de activos en la realización de transacciones, la facilidad para transferir los activos virtuales a distintos países, así como la ausencia de controles y medidas homogéneas a nivel global”, advirtió el Banco de México (Banxico).
Al hilo de la regulación, las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente.
“Los reguladores han recomendado que las criptomonedas como hoy las conocemos no van a ser una moneda de cambio, lo que significa que no van a servir para intercambiar mercancías y lo que va a prevalecer es el dinero fiduciario”, reiteró el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker.
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Aunque el banquero reconoció que tanto las criptomonedas como el blockchain llegaron para quedarse, aún no se conoce bien el funcionamiento; sin embargo, los bancos centrales de 56 países ya se encuentran trabajando en generar activos virtuales respaldados por gobiernos.
En México, las autoridades financieras como son el Banxico y la Secretaría de Hacienda son tajantes en que los activos virtuales "no constituyen una moneda de curso legal en México ni tampoco son divisas bajo el marco legal vigente" y que las instituciones financieras no están autorizadas a realizar y ofrecer al público operaciones con activos tales como bitcoin, ehter, XRP y otros.
"Quienes emitan u ofrezcan dichos instrumentos serán responsables por las infracciones a la normativa que ello ocasione y quedarán sujetos a las sanciones aplicables", señalaron.
“Nadie está seguro de lo que va a suceder es qué hay 56 bancos centrales trabajando en emitir sus propias criptomonedas, pero los desafíos se encuentran en la desintermediación del sector bancario y culés serán los elementos para incorporar la política monetaria e inyectar interés a la economía por este medio”, explicó el también presidente de Banca Mifel.
Becker Feldman reiteró que aunque los bancos centrales están muy adelantados en buscar este tipo de alternativas, permanecen las interrogantes para mantener la estabilidad del sistema financiero.
“Por ahora ya son un activo de ahorro como El Oro. Pero si los jóvenes tienen interés deben tener cuidado por los ciberataques o fraudes y que lo entiendan como un activo de resguardo pero no de intercambio y que no por tratarse de criptomonedas, se está completamente seguros”, dijo.
AMP