Ivo Bozić, un vendedor de chucherías en el mercado navideño de Zagreb, la capital de Croacia, está acostumbrado a manejar varias monedas y cree que la transición no tendrá problemas cuando el país adopte el euro este próximo 1 de enero.
“Si tratas con turistas, lo más seguro es que tengas varias monedas en la cabeza”, afirma Bozić, cuyos artículos incluyen marionetas con disfraces de colores, imanes para refrigeradores con motivos navideños y joyas hechas a mano. “Tengo cuentas bancarias en varias divisas y supongo que el próximo año las voy a fusionar”, agregó. “De todas formas, algunas de mis cosas las compré en euros”.
Cuando Croacia se convierta la semana próxima en el vigésimo país en utilizar el euro, será un hito para una nación de 4 millones de habitantes que desde hace mucho tiempo lucha por una integración más estrecha con el resto de la Unión Europea. Croacia también se incorporará a la zona sin fronteras de Europa, la Schengen.
Según los economistas, el cambio de la kuna (moneda de Croacia) producirá beneficios porque más de la mitad de su comercio exterior, dos tercios de la inversión extranjera directa y aproximadamente 70% de sus turistas dependen de la zona de la moneda única.
También va a representar un impulso simbólico a la unidad europea, justo cuando Rusia intenta provocar una disrupción de la oposición por parte del bloque a su guerra con Ucrania. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, calificó la adhesión de “voto de confianza para la zona euro” y dijo que Croacia se va a beneficiar del “escudo del euro”.
- Te recomendamos Bancos centrales no se relajan ante baja inflacionaria Financial Times
Adoptar el euro es en cierto modo una progresión natural para un país en el que la moneda única ya representa la mitad del total de sus depósitos bancarios y 60% del total de sus préstamos, más que en ninguna otra nación fuera de la eurozona.
Según Boris Vujcić, gobernador del Banco Central de Croacia, “Es el país que más se beneficiaría de la entrada en la eurozona”, ya que se va a eliminar el riesgo cambiario. “El riesgo cambiario en Croacia es el más alto”.
“Cuando tu moneda se deprecia frente al euro significa que tu deuda vale más”, explicó Vujcić en una entrevista con el Financial Times. “Así que tus costos de endeudamiento como país son más altos para reflejar el riesgo”.
- Te recomendamos Peso mexicano es la decimosexta moneda de mayor operación en el mundo Negocios
Croacia tiene 27 mil millones de euros de reservas de divisas —el 40% de su producto interno bruto— para cubrirlo, comentó, aunque la adhesión a la moneda significa que “ni de lejos va a necesitar tanto”.
Los beneficios del euro son “más visibles durante una crisis”, subrayó Vujcić, señalando la reciente presión de venta sobre el florín húngaro, el esloti polaco y la corona checa. “Tuvieron que intervenir y aumentar mucho las tasas de interés, y los rendimientos de sus bonos de gobierno a 10 años se ubican ahora entre 5 y 8.5%”, destacó.
- Te recomendamos El BCE sube su tasa 50 puntos y advierte sobre más aumentos Financial Times
En cambio, el rendimiento de los bonos a 10 años de Croacia es de alrededor de 3.5%, inferior a los de Italia y Grecia y justo por encima del de España, a pesar de que todavía no se incorpora al euro. “Hay un enorme efecto de credibilidad”, dijo Vujcić, que podrá votar en las decisiones de política del BCE a partir de enero, después de que ya participó como observador en las reuniones.
Vujcić recordó cómo los precios se dispararon fuera de control en la antigua Yugoslavia y luego en Croacia a finales de la década de 1980 y principios de 1990, sugiriendo que adoptaría una postura de línea dura para frenar agresivamente los incrementos de precios que preocupan a los responsables europeos de formulación de políticas.
“Ya vi a la bestia y sé cómo se comporta si no se le controla como es debido en el momento oportuno”, afirmó.
Admitió que existe el riesgo de que los consumidores croatas culpen a la introducción del euro de la elevada inflación, que el mes pasado alcanzó 13.5%. Sin embargo, en promedio, los países que adoptaron la moneda del bloque solamente han experimentado un aumento de la inflación de entre 0.2 y 0.4 puntos porcentuales, aunque sucedió en los periodos de menor crecimiento de los precios.
Para mejorar la transparencia de la fijación de precios, los comercios croatas deben indicar desde septiembre el costo de los productos en kuna y en euros, y seguirán haciéndolo hasta finales de 2023. De hecho los amenazaron con multas si aprovechan el cambio para aumentar el costo de los productos.
- Te recomendamos Paridad euro-dólar impacta 20% a Alsea Negocios
“El cambio se produce en un momento en el que la inflación ya es alta, por lo que los consumidores croatas son muy sensibles a los precios”, afirma Michał Senczuk, director ejecutivo de Studenac, una de las principales cadenas de supermercados de Croacia. “Eso dificulta a cualquier comerciante imponer incrementos injustificados porque, si lo haces, los compradores se van a ir con tus competidores”.
El cambio representó un reto logístico para los minoristas y las autoridades. Studenac tuvo que imprimir y exponer cinco millones de etiquetas de precios nuevas, mientras que su personal tuvo que explicar a los clientes confundidos que no podía aceptar euros hasta el primer día de enero, después de lo cual ambas monedas se van a utilizar en paralelo durante dos semanas.
Senczuk predijo que, además de impulsar el turismo, tener el euro hará que Croacia sea “más atractiva para los compradores extranjeros que buscan segundas residencias, ya sea para las vacaciones de verano o para los inviernos más tranquilos que tenemos aquí”.
El Banco Central, por su parte, recurrió al ejército para almacenar y custodiar alrededor de 40% de las monedas en kuna que espera que se cambien por euros durante el proceso de adopción del euro.
“Eso es casi el peso de la Torre Eiffel”, destacó Vujcić y explicó: “Lo vamos a vender como metal al cabo de tres años y entonces el ejército podrá poner sus tanques o vehículos blindados (de nuevo) en el espacio donde se están almacenando”.
FR