En el Cubo se materializa un futuro libre de humo

Un equipo multidisciplinario de investigadores labora en el centro de investigación de Philip Morris para desarrollar alternativas a los cigarros

Se realizan estudios in vitro, modelos 3D y se analizan compuestos con sensores. (Cortesía)
Ciudad de México /

Ubicado a orillas del lago Neuchatel, en Suiza, se ubica el complejo de investigación de Philip Morris Internacional, denominado el Cubo por su arquitectura. Al interior, el gigante de vidrio resguarda tres edificios denominados Agua, Tierra y Aire, donde se extienden numerosos laboratorios y oficinas, espacios que se adaptan en cuestión de horas de acuerdo con las necesidades.

En sus pasillos se percibe el ir y venir de más de 430 científicos, ingenieros y técnicos de 40 nacionalidades, con formación en disciplinas como química, física, ciencias de la salud, electrónica y toxicología. El objetivo en común es desarrollar la tecnología que sustituirá a los cigarros convencionales, pero con efectos menos dañinos al consumidor.

El riguroso programa de desarrollo y evaluación de sus prototipos está inspirado en el modelo que utiliza la industria farmacéutica en la fabricación de nuevos medicamentos. Además, adoptaron la guía para los productos de tabaco de riesgo modificado que publicó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).

Uno de los mayores enfoques en la investigación se centra en el humo del cigarro ya que, argumentan, con la combustión se liberan más de seis mil sustancias de las cuales al menos 100 se han identificado con enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Es por ello que sus prototipos buscan opciones que tengan menos efectos dañinos. El primer desarrollo surgido del Cubo que fue comercializado es IQOS. Se trata de una tecnología patentada por Philip Morris Internacional que calienta el tabaco hasta los 350 grados centígrados por lo que no emite humo ni cenizas, produce menos olor y mantiene el sabor real del tabaco.

De acuerdo con un análisis de la compañía: derivado de la falta de combustión, el artefacto emite cantidades menores a las que se encuentran en el humo del cigarro, por lo que se presenta como una alternativa al cigarro, pero no está exento de riesgos.

Japón fue el primer país a donde llegó IQOS y actualmente está en 60 mercados de todo el mundo. A escala global tiene 16.4 millones de usuarios de los cuales cerca de 12 millones han dejado por completo el cigarro. En México, alrededor de 30 mil personas utilizan el dispositivo.

Se calcula que 15 millones de mexicanos adultos son fumadores, mismos que teniendo opciones e información podrían cambiar a estas alternativas.


RRR


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