La llamada “cuesta de enero”, término que se usa para resumir el impacto de los gastos durante las fiestas de fin de año y una serie de incrementos en los precios de productos, sobre todo los básicos, podría alargarse todo el año, como sucedió en el 2021 y 2022.
Miguel Ángel Díaz Carreño, doctor en Ciencias con Especialidad en Economía, explicó que la duración de la llamada cuesta de enero es muy incierta, como sucedió en 2021 y 2022, años en los que se experimentó una inflación atípica.
“La cuesta de enero prácticamente duró todo el año, aunado a que, a veces los aumentos de precios se mantienen, con lo que el daño a la economía de las familias es permanente”.
Por ello, dijo, en el 2024 podría reducirse drásticamente la capacidad de compra de las familias, sobre todo las de menores ingresos son la que experimentan un mayor impacto de la cuesta de enero.
“A ciertas familias les afecta más, a algunas menos, pero creo que ninguno nos salvamos, ni siquiera quienes tienen un nivel de vida alto. Pero el problema grave es para las personas que ganan el salario mínimo, en esos casos, sí es una situación extrema”, detalló Díaz Carreño.
ST