El entorno que rodea a Petróleos Mexicanos (Pemex) lo daña, porque el propio gobierno y los inversionistas le exigen poco a la empresa, siendo que tiene que dar resultados, afirmó la vicepresidenta de Finanzas Corporativas de la calificadora Moody’s, Nymia Almeida.
“Todo el entorno de la empresa desafortunadamente le perjudica porque está siendo poco exigida por su propio gobierno, poco exigida por los inversionistas y de entrada tiene muchas áreas de dificultad siendo un pagador de impuestos importantes, la codependencia del gobierno con la empresa es muy alta”.
Durante su participación en el Encuentro Internacional de Energía México 2019, la analista del sector energético dijo sobre Petrobras y Ecopetrol, compañías estatales de Brasil y Colombia, respectivamente, que son comparables con la petrolera mexicana pero han tenido mejores resultados e incluso compiten fuera de sus propios países.
Almeida habló sobre el escrutinio que existe a las dos empresas estatales que comparó con Pemex, las acciones que tienen en el mercado y los resultados que tienen que entregar a la administración, para lo cual cuentan con personas muy calificadas dentro de la industria, como los presidentes de ambas compañías.
“Existe escrutinio de las bolsas de valores, tiene que tener transparencia, entregar los números, no pueden esconder lo que están haciendo” expresó, respecto a la exigencia que hay para petroleras estatales de Brasil y Colombia.
Sobre si es posible alcanzar una plataforma de producción de 2 mil 500 millones de barriles diarios, dijo que es otra área de decepción, ya que Pemex no tiene los recursos ni lo socios por lo que prácticamente es imposible entregar esos resultados, como lo señala la actual administración.
El CEO de consultora Talanza Energy, Marco Cota, señaló que desde el comienzo de la administración las agencias calificadoras son el principal contrapeso tanto de Pemex como del gobierno.
“Las comisiones Nacional de Hidrocarburos y la Reguladora de Energía, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente eran órganos reguladores del mismo Estado y desde la reforma energética siempre habían jugado como un contrapeso a Pemex”, pero explicó que con el nuevo gobierno se presentaron cambios de estructura y ahora estos órganos están a cargo de gente relacionada con el gobierno.
El único contrapeso que hay es el de los inversionistas extranjeros y de las calificadoras, y seguramente la calificación es lo único que hace que el gobierno está repensando su estrategia, y reiteró que los problemas de Pemex no son financieros sino que hay una crisis de capacidades técnicas, tecnológicas y una estructura poco eficiente.