Una de las razones por las que México no está aprovechando el beneficio del fenómeno de la relocalización de empresas, nearshoring, es que depende completamente de la carretera y el ferrocarril para transportar mercancías, de acuerdo con la firma de logística Overhaul.
De acuerdo con lo registrado por el Instituto Mexicano del Transporte, el año pasado 85 por ciento de las mercancías se trasladaron a través de carreteras.
Uno de los beneficios geográficos del país es que goza de acceso portuario directo a los océanos Atlántico y Pacífico, permitiéndole establecer fuertes vínculos comerciales con los mercados europeos y asiáticos.
Sin embargo destaca un factor geográfico en su contra: las cordilleras que lo dividen dificultan el acceso desde sus núcleos de población a sus puertos, además de que carece de una red fluvial navegable.
Ante ese panorama el transporte terrestre es una parte integral del proceso de nearshoring, ya que implica el movimiento eficiente de bienes y mercancías entre las instalaciones de producción y distribución.
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Por lo que, aunque México presenta oportunidades prometedoras para la relocalización, la seguridad de las carreteras es un aspecto que debe abordarse para garantizar el éxito continuo de esta estrategia.
“Esto incluye la inversión en infraestructura, la implementación de tecnología de monitoreo además de la colaboración con empresas y organismos internacionales para promover mejores prácticas en seguridad vial”, refirió la empresa.
Con base en el Reporte de Robo de Carga correspondiente al primer trimestre de 2023 de Overhaul, en ese periodo se registró un total de 5 mil 68 robos a transporte de carga, cifra 0.01 por ciento menor a lo pronosticado por el Centro de Inteligencia de la empresa en diciembre de 2022.
“La seguridad vial es fundamental para proteger la integridad de las personas y los bienes, así como para garantizar la continuidad de las operaciones comerciales” finalizó.
PNMO