Grupo Financiero Monex prevé que en 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 2.1 por ciento, pero ese crecimiento será inferior al de 2023, que hasta el tercer trimestre del año acumula un alza de 3.5 por ciento.
Esto puede implicar que se presente una desaceleración económica, en un contexto en el que hay diversos factores de riesgo, uno de ellos relacionado con las elecciones presidenciales tanto en el país, como en Estados Unidos.
La directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Grupo Financiero Monex, Janneth Quiroz, señaló que para 2024 se espera un escenario en el que se presente un aterrizaje suave y que el crecimiento mundial se modere de 3 por ciento en 2023 a 2.9 por ciento, debido principalmente a una desaceleración en las economías desarrolladas.
Durante la conferencia Perspectivas Económicas y Bursátiles 2024, indicó que si bien, el mercado laboral mundial continúa ajustado, recientemente ha mostrado indicios de cierta holgura además de que el exceso de ahorro acumulado en las economías avanzadas como porcentaje del PIB ha comenzado a disminuir.
En este entorno, abundó en que los principales riesgos se relacionan con un aumento de incertidumbre por elecciones presidenciales en México y Estados Unidos, pero también con una persistencia de la inflación en la Unión Americana que propicie mayores incrementos de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal.
Otros factores de riesgos se relacionan con una menor actividad de China que intensifique una caída de la demanda externa, escalada de conflictos geopolíticos y con la posibilidad de que la materialización de los beneficios por el nearshoring sea más lenta de lo previsto.
Respecto a la inflación, la directiva de Monex señaló que ha disminuido de manera constante a lo largo de los últimos nueve meses y aunque en octubre se acercó al límite superior del intervalo de variabilidad de más/menos un punto porcentual alrededor de la meta de 3 por ciento que considera el Banco de México, estima que terminará 2023 en 4.5 por ciento, lo que implicará un alza en los últimos dos meses del año.
Para 2024, prevé que la inflación subyacente (la que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos, y que permite tener una visión más clara del comportamiento de los precios en el mediano y largo plazo) seguirá mostrando una elevada persistencia, principalmente por el componente de servicios, mientras que la no subyacente enfrentará presiones ante incrementos en los precios de las materias primas. Con ello, la inflación cerrará 2024 en una tasa anual de 3.9 por ciento.
Ante esta coyuntura, Monex considera que el próximo movimiento de la tasa objetivo de Banco de México será a la baja, con un recorte de 25 puntos base en su primera reunión de 2024, a celebrarse el 9 de febrero, lo que no implicará el inicio de la normalización monetaria.
“Si bien, la inflación general ha presentado un comportamiento positivo, existen riesgos en el horizonte que pudieran generar un repunte sostenido. Por ello, prevemos que la decisión de ejecutar un recorte de una sola vez tendrá como objetivo evitar que la postura restrictiva del banco central se profundice”, apuntó Jannet Quiroz.
PMA