La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) trabaja de manera conjunta con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el modelo económico y comercial del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que se ofrecerá a las empresas que deseen operar en él.
Durante el Tianguis Turístico 2021, el gerente general de IATA para México, Cuitláhuac Gutiérrez, comentó que se está desarrollando el esquema comercial del AIFA, ya que siempre es un reto echar a andar un aeropuerto.
En estos modelos se establecen incentivos, como descuentos en tarifas y servicios, para atraer la operación de las aerolíneas.
El también director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) indicó que hay retroalimentación sobre la aeronavegabilidad en la zona del AIFA, junto con el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y la terminal de Toluca.
Gutiérrez señaló que la conectividad terrestre hacia el aeropuerto que se construye en la base aérea de Santa Lucía es un reto en el cual la Sedena busca soluciones.
El AIFA es uno de los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que surgió tras cancelar el aeropuerto que se construía en Texcoco.
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Tren Maya
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) acordó con la Sedena que su participación en el Tren Maya como constructores comenzará en marzo de 2022.
En reunión con medios, el director general del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, detalló que la Sedena iniciará con la edificación del tramo 5 norte del proyecto, que va de Cancún Aeropuerto a Playa del Carmen Norte; el 6, de Tulum a Bacalar, y el 7, de Bacalar a Escárcega.
El funcionario se reunión en días pasados con miembros de Sedena para revisar cambios en el trazo del trayecto 5 norte.
Jiménez Pons señaló que en marzo de 2022, cuando entre Sedena a las construcción del Tren Maya, habrá un trabajo intensivo de edificación en el tramo 5 norte, mientras que en los dos restantes habrá un ritmo moderado.
Por otra parte, el funcionario reveló que existen planes para conectar el Tren Maya con el del Istmo de Tehuantepec, en cuestión de movimiento de carga.
Se tienen que rehabilitar poco menos de 300 kilómetros para que los trenes de carga puedan ir desde la Península de Yucatán hasta Salina Cruz, Oaxaca, indicó.