En la última década, Monterrey y su Zona Metropolitana ha experimentado un auge sin precedentes en desarrollos verticales con un aumento de proyectos de hasta cinco veces en comparación con la década anterior.
Actualmente, en la metrópoli hay 39 desarrollos en curso distribuidos en más de 594 mil metros cuadrados. Estas edificaciones responden a la creciente demanda de vivienda moderna en ubicaciones céntricas y estratégicas, como San Pedro Garza García y Paseo Santa Lucía.
“El crecimiento vertical en Monterrey no solo es una respuesta a la falta de suelo urbano, sino también una apuesta por el futuro de nuestras ciudades”.
“Proyectos de alta rentabilidad, con rendimientos anuales promedio de 6.7 por ciento y hasta el 12.5 por ciento en zonas exclusivas, han posicionado a Monterrey como un destino atractivo para inversionistas nacionales e internacionales”, declaró Vicente Mondaca, country manager de Comunidad Feliz, plataforma líder en tecnología para la gestión de condominios y fraccionamientos.
Dijo que el precio promedio por metro cuadrado es de 65 mil 687 pesos, con áreas habitables que varían entre 60 y 70 metros cuadrados.
“El nearshoring ha sido un catalizador del crecimiento económico en Nuevo León. En 2023, el estado acogió a 22 de las 100 empresas más grandes del país, lo que incrementó la demanda de vivienda entre profesionales que buscan residir cerca de sus centros de trabajo. Este entorno ha posicionado a Monterrey como polo de inversión y residencia atractivo tanto a nivel nacional como internacional”, explicó.
Sostiene que el crecimiento vertical en Monterrey responde a varias necesidades apremiantes.
Por un lado, la escasez de terrenos obliga a maximizar el uso de espacio disponible en las áreas urbanas. Por el otro lado, la población joven y profesional prefiere vivir en ubicaciones estratégicas, cercanas a centros de trabajo y servicios.
A pesar de los beneficios evidentes, este crecimiento también presenta desafíos para Monterrey. La movilidad urbana, la presión sobre los servicios públicos y la segmentación del acceso a la vivienda son áreas de preocupación, expresó.
Destacó que el rápido desarrollo sin una planificación adecuada podría llevar a problemas de saturación de servicios y exclusión de ciertos sectores de la población.
Para hacer frente a estos desafíos, el sector público y privado deben trabajar en conjunto en la creación de estrategias que permitan un crecimiento inclusivo y regulado.
“El futuro de Monterrey depende de cómo gestionemos este crecimiento. Desde ComunidadFeliz es fundamental promover desarrollos que integren tecnología, servicios eficientes y que sean sostenibles”, dijo Mondaca.
Mencionó algunas recomendaciones que se deben de tomar en cuenta para el 2025, entre estas resaltó la necesidad de una planificación adecuada para solucionar el problema de movilidad, la expansión vertical debe ir acompañada de estrategias sustentables para minimizar su huella ecológica.
Además, apuntó que se recomienda fortalecer la colaboración entre el sector público y privado para establecer un marco regulatorio claro que garantice una distribución equitativa de los beneficios del crecimiento urbano. Estas acciones permitirían que Monterrey se consolide como un modelo de desarrollo urbano sostenible en México y América Latina.
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