Sandra Hernández estudió una Maestría en Administración de Negocios (MBA, por su siglas en inglés) hace ocho años. Su objetivo era ambicioso: llegar a un puesto ejecutivo, con una buena remuneración económica que le garantizara el futuro de su familia.
Logró colocarse en dos empresas con salarios “bondadosos”, pero lejos de lo que ella pretendía. Al paso de cinco años, optó por desertar de sus planes, porque consideró que se estancó y que otras personas menos calificadas tenían mejor puesto y salario. Decidió emprender un negocio de entretenimiento y, asegura, le va mejor económicamente, además de que le permite atender a su familia.
Sandra es una de las muchas personas que busca mejorar su futuro con base en mayores estudios. De acuerdo con una encuesta de Trabajando.com, 8 de cada 10 mexicanos ven en el posgrado una herramienta para cumplir sus objetivos laborales. Específicamente, 45% considera que es el pasaporte directo para ganar más dinero. Funed, institución que otorga financiamiento para estudiar en las universidades más reconocidas del mundo, señala que, por lo general, tener un grado de estudios mayor sí asegura un mejor futuro.
El papel de las mujeres dentro de las aulas de clase de posgrado (especialización, maestría y doctorado) cada vez toma mayor fuerza; sin embargo, esto no se refleja en los salarios, debido a que aún persiste una brecha importante entre el género femenino y masculino.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), durante el ciclo escolar 2015-2016, 54 de cada 100 personas inscritas en la matrícula de posgrado eran mujeres, cuando en décadas anteriores este terreno era dominado por hombres.
Si vemos el número de egresados, la diferencia es un poco mayor, con 55 mujeres de cada 100 titulados en alguno de los tres segmentos.
No obstante, cuando se analiza el mercado laboral las circunstancias cambian, ya que las mujeres con mayor preparación ganan menos que los hombres en puestos similares.
“Las desigualdades entre hombres y mujeres son grandes en México. Aunque el país ha progresado al aumentar la participación de las mujeres de edad intermedia (25 a 54 años) en la fuerza laboral desde principios de la década de 1990, esta sigue siendo inferior al promedio de la OCDE para las mujeres y considerablemente menor que la tasa de participación de los hombres mexicanos”, comentó el organismo internacional en su balance sobre la economía mexicana 2016.
Trabajan igual, pero ganan menos
Señala que las mexicanas aún ganan 16.7% menos, en promedio, que los hombres, lo que en parte es el resultado de las interrupciones en la carrera profesional de las mujeres, la segregación ocupacional y sectorial en trabajos informales mal pagados, los efectos de las barreras laborales, las preferencias, limitaciones, diferencias en horas laborales remuneradas o no remuneradas y la discriminación en la contratación y los ascensos.
De acuerdo con el INEGI, de las mujeres con empleo, 20% ganaba hasta un salario mínimo al mes, y solo 4.6% tenía una remuneración mayor a cinco salarios mínimos, esto al cierre de 2016. En cambio, de los hombres con trabajo, 10.7% ganaba hasta un salario mínimo y 7% más de cinco.
“Hay muchos factores que llevan a este resultado; sin duda, el cultural es uno muy poderoso. La mayoría de los empresarios siguen pensando que el género masculino puede llevar mejor las riendas de sus negocios que las mujeres, muchas veces no por falta de capacidad, sino por la propia naturaleza de la mujer: se embaraza, tiene hijos y, por lo general, la prioridad termina por ser su familia”, comentó Jesús Arciniega, investigador de la UNAM.
Pero existen mujeres que tienen la total convicción de dar preferencia a su vida profesional sobre la personal, señala, pero se encuentran con un gran muro: la falta de oportunidades, por lo que buscan otras alternativas, incluso, fuera del país. Según Baker Institute, unos 20,000 mexicanos con doctorado residen y trabajan en Estados Unidos, porque no encontraron una alternativa viable en el país.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), el porcentaje de mujeres que emigra a EU en busca de mejores oportunidades con grado de estudios profesional y con postgrado va en aumento. Entre 2007 y 2009 era 6.4% de las personas que migraron; entre 2010 y 2012, 6.8%, mientras que entre2013 y 2015 fue 7.4%, es decir, cerca de 421,800.
Puestos directivos, para pocas
Una persona preparada aspira a mejores puestos de trabajo, donde puedan desempeñar su experiencia y aprendizaje a lo largo de su vida personal y profesional. Sin embargo, la igualdad de género en los puestos de alta dirección en México presenta un rezago importante. Solo 18% de los empleos a nivel directivo es ocupado por una mujer, cuando el promedio mundial es 24%, aunque en naciones como Rusia llega a 45%, según el reporte Women in business 2016, de Grant Thornton.
Si bien el panorama ha mejorado, y la tenencia es que siga avanzando, aún existe un rezago relevante en el papel de la mujer dentro del mundo laboral, principalmente para aquellas mexicanas que pasan años en un salón de clases en busca de mejores historias de éxito y una garantía de su futuro.