La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que en México se requieren inversiones por 37 mil 400 millones de dólares en los próximos siete años para dar una cobertura nacional de la red 5G; solamente para una mancha urbana y suburbana, la inversión es de 12 mil 900 millones de dólares, en un contexto donde toda la región debe avanzar con urgencia en inclusión y transformación digital.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, explicó que la región de América Latina y el Caribe está poco preparada para una transformación digital, porque tiene lento crecimiento económico, baja inversión y si bien ha habido avances en abatimiento de la pobreza, todavía tiene altos niveles, aunado a una gran desigualdad y a los retos presenta la pandemia del covid-19.
Durante la inauguración de la VII Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe, abundó en que toda la región requiere inversiones por 120 mil millones de dólares para una cobertura nacional de la red 5G, implica grandes desafíos y ello requiere negociaciones y decisión política.
La secretaria ejecutiva de la Cepal detalló que el despliegue de la red 5G es importante porque la digitalización de la producción debe tenerla en cuenta, las tecnologías digitales dinamizan las cadenas productivas y ninguna sociedad puede alcanzar el desarrollo si está al margen de la tecnología digital, por eso debe estar al alcance de todos, sin exclusión de ningún tipo.
“Si queremos llegar al punto de hacer transporte autónomo, si queremos hacer la interacción entre hombres y máquinas, cirugías remotas, robótica, vamos a requerir, definitivamente, en sectores tan claves como el automotriz, la salud, la vida y el trabajo, avanzar en la red 5G, para tener garantía de que nos podemos sostener en la comunicación remota, pero requiere de enormes inversiones”, explicó.
Un nuevo mundo digital, pero limitado
Bárcena abundó en que la digitalización es necesaria para la igualdad y la sostenibilidad, pues estamos en un mundo donde la interacción se hace mediante teléfonos inteligentes, hay un auge de las plataformas globales, aceleración del progreso técnico (nube, inteligencia artificial, cadenas de bloque, realidad aumentada y virtual) y una irrupción de la red 5G.
Sin embargo, resaltó, 60 por ciento de la población en la región usa internet y aún 40 por ciento no lo usa; además, un tercio de la población tiene acceso limitado o nulo, debido a su condición económica; 33 por ciento de los hogares urbanos no está conectado y 77 por ciento de los hogares rurales tampoco lo está; y 42 por ciento de los menores de 25 años y 54 por ciento de los mayores de 66 años no tienen conexión.
La alta funcionaria de Naciones Unidas añadió que esto es todavía más grave en los quintiles más pobres, donde hay 40 millones de hogares que no están conectados, esto destaca en países como Bolivia, República Dominicana, El salvador, Ecuador, Perú, Paraguay, México, Colombia, Uruguay, Chile, Brasil y Costa Rica.
Baja conectividad limita teletrabajo y teleeducación
La Cepal destacó que un tercio de los países no alcanza los requerimientos de velocidad de descarga necesarios para usar soluciones digitales, ya que una conexión baja sólo alcanza para trabajar en correo electrónico, video básico y streaming de audio; una conectividad media para dos funciones básicas más una actividad en línea de alta demanda en simultánea; y una conectividad alta para funciones básicas más funciones de alta demanda simultáneamente, como teletrabajo y teleeducación.
Es así que más de 32 millones de niños no pueden acceder a soluciones de teleeducación, pues 46 por ciento entre 5 y 12 años viven en hogares que no están conectados y la diferencia entre los estratos económicos más altos y bajos condiciona el derecho a la educación y profundiza desigualdades socioeconómicas.
Agenda digital regional
En este contexto, la Cepal propone una agenda digital regional que incluye: apoyo técnico para el diseño de estrategias de mercado digital regional y la articulación de éstas entre los distintos bloques de integración, así como agendas de trabajo conjunto con actores privados, sociedad civil y comunidad técnica.
Asimismo, es importante el involucramiento de una agenda de trabajo conjunto a otros organismos del sector público además de los vinculados directamente a los ámbitos de las tecnologías de la información; fortalecimiento de la cooperación con otros espacios; instrumentos para fortalecer la cooperación entre países; y tener un diálogo continuo sobre políticas digitales e identificación de temas relevantes.
AMP