La deuda neta de México mantendrá una trayectoria al alza en los próximos años, llegando a representar 50.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2028, estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para este año, el organismo internacional prevé que la deuda del país represente 46.6 por ciento. Si bien, los ingresos del gobierno aminoran la proporción de la deuda en comparación del PIB, el menor gasto no lo compensa.
Este resultado regresará la trayectoria de la deuda a niveles de 2020, cuando representó exactamente 50.2 por ciento del PIB, desde entonces se ha mantenido a la baja gracias a las acciones que ha implementado el gobierno federal de refinanciamiento y prepagos.
Vitor Gaspar, director del departamento de asuntos fiscales del FMI dijo desde Marruecos, que la deuda global ha aumentado persistentemente durante los últimos 75 años, pero fue en 2020 con la pandemia, cuando alcanzó su pico máximo con un 258 por ciento del PIB.
“Destacan claramente Estados Unidos y China. Juntos representan casi la mitad de la deuda total del mundo fuera del sector financiero. Sus participaciones son, respectivamente, el 30 y el 20 por ciento”, dijo al presentar el reporte en las Reuniones de Otoño del FMI y el Banco Mundial.
El Monitor Fiscal del FMI espera que los ingresos generales gubernamentales representen 23.7 por ciento del PIB en 2024, por debajo de 23.8 por ciento previsto para 2023, y de 24.2 por ciento para 2022. Según las expectativas del organismo, irán disminuyendo hasta significar 23.3 por ciento del PIB en 2028.
En contraste, para el gasto se espera que aumente 29.1 por ciento como porcentaje del PIB el próximo año, lo que sería la proporción más alta en 10 años, empatando con el año electoral. Para 2025 el organismo prevé que se reduzca a 26.3 por ciento y sea de 25.9 por ciento en 2028.
Para América Latina, la proyección del FMI es que la deuda permanecerá casi estable al registrar una leve subida en 2023 de una décima, hasta alcanzar el 68.5 por ciento del PIB, y repuntará una décima más en 2024, cuando se prevé que llegue al 68.7 por ciento.
El déficit presupuestario se estima que aumente a 4.6 por ciento del PIB general de la región durante este año, desde el 3.4 por ciento registrado en 2022.
En México, el déficit caerá este año cuatro décimas respecto a 2022, hasta el 3.9 por ciento, pero volverá a subir en 2024 para situarse en el 5.4 por ciento esperado por la Secretaría de Hacienda en el Paquete Económico; mientras que Argentina verá aumentar su déficit presupuestario al 4 por ciento del PIB y Brasil en 7.1 por ciento en 2024.
PNMO