El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que el endeudamiento global con respecto al producto interno bruto (PIB) disminuyó en 2022 por segundo año consecutivo, pero sigue siendo más elevado que antes de la pandemia, incluso con una tendencia al alza.
De acuerdo con datos del organismo, la deuda total se situó en 238 por ciento del producto interno bruto mundial, nueve puntos porcentuales por encima del nivel de 2019.
En total, la cifra ascendió a 235 billones de dólares, lo cual supone un incremento de 200 mil millones respecto a 2021, por lo que el FMI advirtió que, durante los próximos años, las autoridades económicas deberán mantenerse firmes en su compromiso de preservar la sostenibilidad de la deuda.
Preciso que los gobiernos deben adoptar con urgencia medidas para ayudar a reducir las vulnerabilidades de la deuda y revertir las tendencias a largo plazo.
Mientras que a los países en desarrollo de ingreso bajo les recomendó mejorar la capacidad de recaudación de ingresos tributarios adicionales.
En relación con el sector privado, estas políticas podrían incluir una supervisión estricta de la carga de la deuda de hogares y sociedades no financieras, así como de los riesgos relacionados para la estabilidad económica.
Por lo que se refiere a las vulnerabilidades, establecer un marco fiscal creíble podría servir de guía para cuadrar las necesidades de gasto con la sostenibilidad.
“Cabe señalar que con la reducción de la carga de la deuda se generará espacio fiscal y serán posibles nuevas inversiones, lo que ayudará a promover el crecimiento económico en los próximos años”, enfatizó el organismo.
Dicen que si se reformaran los mercados de trabajo y de productos podría aumentar la producción nacional y apoyar así este objetivo.
"La cooperación internacional en materia de tributación, incluidos los impuestos al carbono, contribuiría también a aliviar las presiones sobre el financiamiento público", agregó.
PNMO