En el último año, las acciones Fintech experimentaron un notable repunte, desafiando las expectativas en medio de tasas de interés al alza. Sin embargo, en 2024, se vislumbran nuevos retos marcados por la disminución de las tasas y el recrudecimiento de la competencia en el sector, señaló el analista financiero Javier Reyes de la Campa.
Durante el periodo de tasas crecientes, las fintechs se enfrentaron a vientos en contra. Las acciones de crecimiento, que normalmente cotizan a múltiplos más bajos, impactaron a estas empresas que habían prosperado en entornos de tasas cercanas a cero, facilitando la financiación para préstamos y estimulando la toma de riesgos entre los clientes comerciales.
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A pesar de estos desafíos, algunas empresas innovadoras lograron capitalizar las tasas más altas, generando un sustancial repunte en sus acciones. Empresas destacadas como Coinbase Global y Robinhood Markets experimentaron un aumento en los ingresos netos por intereses, diversificando eficazmente sus flujos de ingresos.
Un papel crucial en este escenario fue desempeñado por los inversores de crédito, quienes, en busca de rendimientos más elevados, respaldaron a los prestamistas fintech. Affirm, proveedor de compra ahora y paga después, ajustó estratégicamente sus precios para contrarrestar el impacto de mayores costos de transacción, manteniéndose dentro de su rango objetivo de ingresos a largo plazo.
La respuesta del mercado fue evidente, con notables repuntes en las acciones en 2023. “Coinbase, Robinhood, Affirm, Upstart y SoFi Technologies exhibieron ganancias, demostrando la resistencia y adaptabilidad de las empresas fintech ante adversidades”, ejemplificó Reyes de la Campa.
Sin embargo, al proyectar el futuro, surge la interrogante sobre si las acciones fintech pueden mantener su trayectoria ascendente en un entorno de tasas decrecientes. El potencial radica en la expansión de múltiples, un camino que podría beneficiar a acciones rezagadas como Adyen, Block y PayPal frente al S&P 500.
A pesar de este horizonte optimista, Javier Reyes de la Campa, analista financiero, emite una nota de precaución. Los inversores podrían necesitar ser más selectivos ante dinámicas de mercado cambiadas en 2024, enfrentando competencia no solo de proveedores financieros tradicionales sino también de gigantes tecnológicos como Apple, Google y Shopify.
El panorama ha cambiado significativamente; las empresas con ingresos de intereses sustanciales ahora corren el riesgo de tasas más bajas. Aunque este riesgo podría ser compensado por mayores ingresos centrales, persisten incertidumbres, especialmente en relación con el gasto del consumidor y el uso del crédito si la economía se enfría.
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Al ingresar a 2024, es poco probable que los inversores pasen por alto el riesgo crediticio, incluso con la esperanza de un "aterrizaje suave". Javier Reyes de la Campa enfatiza persistentes preguntas sobre la viabilidad de los modelos de negocios en un entorno potencialmente marcado por mayores incumplimientos, especialmente en cuanto a los pagos tardíos de préstamos.
“Las empresas fintech, probadas en la batalla por sobrevivir a las fluctuaciones de las tasas de interés, emergen como entidades más fuertes. No obstante, el caso para un crecimiento hiperactivo podría enfrentar nuevos desafíos en 2024, requiriendo un enfoque estratégico y discernidor por parte de los inversores”, concluyó el analista mexicano.