Do Won Chang, el perfecto sueño americano

El fundador de Forever 21 es el caso perfecto de un inmigrante que triunfó en Estados Unidos.

Karen Guzmán
Ciudad de México /

“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, es el conocido versículo de Juan 3:16 y la máxima de Do Wong Chang, tanto, que se encuentra impreso en cada bolsa que se entrega a los millones de clientes que visitan a diario la minorista Forever 21, de la que es fundador.

Won Chang es originario de Seúl, la capital de Corea del Sur. Fue ahí donde nacieron sus instintos empresariales: después de terminar la secundaria abrió un café, donde también vendía jugos naturales en el moderno barrio de Myungdong.

Los tiempos caóticos de la Cuarta República que vivían los surcoreanos eran oscuros, el poder estaba concentrado en un solo partido que implantó el Sistema Yushin, un régimen dictatorial.

Un par de años antes, en 1979, el líder del régimen había sido asesinado, lo que resultó en un periodo dominado por la llamada ley marcial, un golpe de estado y represiones a todo intento por seguir la democracia.

“En aquel momento era imposible llevar una vida digna en Corea del Sur, apenas existían posibilidades”, describe Do Won.

Chang y su esposa Jin Sook decidieron emigrar a Los Ángeles, California en 1981. Cuando llegaron, Do consiguió tres empleos al mismo tiempo que le demandaban 19 horas de trabajo: en una cafetería como mesero por las mañanas, en una gasolinera en las tardes y de conserje por las noches.

Por su parte, Jin consiguió un trabajo de estilista, la profesión que tenía en su país natal.

El empresario asegura que la inspiración de entrar al mundo de la moda surgió mientras trabajaba en la gasolinera, ahí se dio cuenta de que los empresarios de la industria textil eran quienes tenían los mejores autos.

Fue entonces que decidió hacer de sus clientes la competencia, en 1984 invirtió junto con su esposa los 11 mil dólares que ahorraron durante tres años para hacer acuerdos con las fábricas de ropa coreana locales y rentar un pequeño local para abrir una tienda, Fashion 21, en Highland, entre Los Ángeles y Pasadena.

Aún sin contar con los suficientes recursos compraron una pequeña tienda que se adecuaba al presupuesto, el local lo llenaron de blusas de tubo y minifaldas, que resultó la combinación perfecta para la clientela joven de la época, pues dentro del primer año las ventas crecieron a 700 mil dólares.

Un año después decidieron renombrar la marca a Forever 21. Para 1989 inauguraron la onceava tienda dentro de California y en 1995 la cadena abrió su primer local fuera del estado, en el centro comercial de Las Américas, en Miami, Florida y así siguiendo el modelo de abrir tiendas cada seis meses llegaron a 40 para 1997.

"Siempre hemos crecido a un ritmo rápido, ya que es uno de los retos que me propuse", mencionó Chang durante una entrevista para Forbes.


Forever 21 posee el lugar 96 de las empresas privadas más grandes, tiene ingresos por 4.4 mil millones de dólares, y de acuerdo con la revista Forbes, la fortuna de Do y su esposa Jin es de 3 mil millones de dólares.

Chang dejó la dirección de la firma para encargase de la mercadotecnia, junto con sus dos hijas, Linda y Esther quienes también lleva la comercialización y diseño de la empresa. Con un estilo de tiendas prototipo que cuentan con dos niveles, mínimo.

Actualmente el minorista tiene 43 mil empleados en 800 tiendas distribuidas en 56 países, ha ampliado su formato de tienda, con precios aún más bajos con F21Red y recientemente integrando al minorista de belleza Riley Rose.

La familia Chang es cristiana devota, visitan la iglesia de su localidad en Beverly Hills una vez a la semana. Donan dinero a grupos religiosos y cuando ocurren desastres naturales, Do disfruta de trabajar como misionero.


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