C&C Empresarial es una consultoría para organizaciones y empresas, que busca aumentar la productividad a través de cursos, talleres y seminarios personalizados, basándose en las necesidades de la empresa, así como crear motivaciones en el equipo de trabajo y mejorar sus relaciones, asegura Carolina Cruz Arce, quien, hace ocho años, empezó a dar sus primeros cursos de capacitación y, desde entonces, ha desarrollado diversos proyectos sobre el tema.
“La empresa familiar es una gran generadora de nuevos empleo y uno de los principales motores de la economía del país, pero enfrenta diversos retos y fluctuaciones”, afirma Carolina.
Entre otros, falta de institucionalización por carencia de protocolos familiares que garanticen continuidad. No contar con las personas indicadas, en los puestos clave.
“Baja profesionalización en temas como finanzas e inversiones, así como falta de estrategias competitivas, de innovación y comunicación con las nuevas generaciones”. Es por eso que Carolina creó AMFE, una agencia de consultoría enfocada a este tipo de empresas.
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Comparte Carolina que la tarea inicia con un seminario, que busca integrar a los miembros, conocer sus debilidades, pero principalmente sus fortalezas como familia.
“Luego se trabaja en consolidar un consejo familiar para la definición de objetivos. Lo siguiente es realizar un diagnóstico de las necesidades de la empresa para profesionalizar a sus miembros y finalmente otorga a la familia un reporte con las áreas de oportunidad que tiene, así como los resultados que se obtuvieron de la consultoría”.
Carolina es una emprendedora desde que tienen ocho años y vendía herramientas para reparar bicicletas. Más tarde incursionó en el tema inmobiliario y, afirma que esto le dio “muchas tablas” para saber vender, porque aprendió a tratar a las personas. Ella estudió psicología y cursó una maestría en dirección de empresas familiares.
A lo largo de estos ocho años, ha tomado diversos cursos de análisis de estrategias, de desarrollo sustentable, entre otros. Así también da clases a emprendedores sobre administración de empresas familiares.
Carolina tenía 21 años cuando comenzó su proyecto de capacitación empresarial. Tenía dificultades para convencer a los empresarios de que su juventud no interfería en su capacidad, hasta que le pidieron dar una charla gratuita. Entre los asistentes estaba la esposa de un empresario importante, quien la recomendó y fue contratada. “Eso demuestra, asegura enfática, que donde menos lo esperas, esta la oportunidad”.
REPL