Mortal para algunos, oportunidad para otros. La crisis del covid-19 empujó a muchas pequeñas y medianas empresas a vender por internet, lo mismo hizo con millones de consumidores, que orillados por el miedo o la necesidad hicieron del comercio electrónico su aliado.
Desde el año pasado México fue uno de los países en el mundo con mayor crecimiento en e-commerce, con una tasa de avance de entre 30 a 35 por ciento; pero solo en este 2020, dos de cada 10 marcas y comercios han experimentado crecimientos mayores a 300 por ciento y para 2021 el 19 por ciento de éstas prevé que el comercio electrónico represente más de 30 por ciento de sus ventas totales.
Tenemos muchos años trabajando en impulsar el comercio electrónico en México, pero el covid-19 llegó para acelerar inusitadamente un movimiento que había empezado hace 20 años, dijo a MILENIO Pierre-Claude Blaise, el director general de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
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Hace 11 años Pierre-Claude llegó a México como director de marketing para Nestlé Latinoamérica, pero después de cuatro años el francés fue requerido de vuelta en Europa. Él prefirió quedarse en el país y moverse hacia la economía digital, por lo que hoy es pieza clave del comercio electrónico en el país.
“Falta mucho todavía, me gusta hablar siempre de dónde venimos porque es cierto que está muy de moda el comercio electrónico pero no es una sorpresa para la gente en la industria. La adopción del e-commerce en el país había tenido un crecimiento en su demanda en los últimos cinco años, razón por la cual las compañías comenzaron una serie de adaptaciones a sus modelos”.
En opinión del directivo, aun cuando México es de los pocos países en los que el comercio digital cuenta amplia competencia, al tener en el mercado jugadores globales -Amazon, Walmart e eBay-; regionales -Mercado Libre-; y locales -Coppel, Elektra, Liverpool y Palacio de Hierro, entre otros-; la pandemia supuso un reto mayúsculo para los vendedores en temas de abastecimiento.
“Nos tomó de sorpresa, nadie estaba esperando un crecimiento tan fuerte. El problema fue la parte de planeación. Cuando se paró la producción en China muchos comercios se quedaron sin productos y además fue complicado manejar la entrega masiva de productos cuando la gente no estaba lista para entregar. Los comercios pasaron prácticamente tres o cuatro meses para encontrar soluciones, probar cosas, cometer errores y cambiar; encontraron formas muy astutas para solucionar el problema, como el hecho de limitar las compras a un par de productos”, recordó.
Colaboración
Pierre-Claude afirmó que fue a partir de los aprendizajes adquiridos, al inicio de la pandemia,que los jugadores del comercio electrónico lograron llegar bien preparados al Buen Fin.
“Algo que pasó fue una gran colaboración entre el sector privado, entre las empresas que compartieron muchas buenas prácticas entre ellas. Fue algo único que ayudó sin duda alguna a acelerar el crecimiento . Organizamos foros explicando lo que estaba pasando en otras partes del mundo y las buenas prácticas que estaban implementando, como la entrega sin contacto”, dijo.
Así, explicó, los protocolos que se implementaron en Inglaterra se replicaron dos semanas después en México, cuando en otras épocas, la adopción de prácticas globales habrían tomado meses para traerse a México.
“Probablemente nos ha ayudado el covid-19 en convencer al gobierno en acelerar el deseo de la economía digital, pero ahorita todo el mundo entiende el potencial que tiene. Es difícil medir el impacto concreto, pero se han duplicado las pymes que venden en línea, en comparación con el año anterior. Hace falta mucho, los que están vendiendo tienen problemas en entender cómo manejar la parte de comunicación, logística, atención al cliente, precios. Hay mucho por hacer. La buena noticia es que hoy es el único camino para la recuperación económica, todos están trabajando en la misma dirección”, afirmó.
En noviembre de 2002 el SARS-CoV apareció por primera vez en China; tras este virus el comercio electrónico en el país asiático se disparó. Para Pierre Claude-Blaise, México vive una oportunidad para replicar este acontecimiento.
“Vemos esto como una oportunidad. Podemos tomar decisiones que permitan pasar de un México poco digital a uno muy moderno y digital. Todas las decisiones del gobierno y las inversiones de las empresas para transformarse, pueden tener un gran impacto y no tenemos que pasar por las etapas por las cuales los vecinos de Argentina o Brasil pasaron”, indicó.
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Para ello, afirmó que es necesario que se encuentren nuevas formas de dar acceso a los mexicanos a métodos de pago sin necesidad de abrir una cuenta bancaria. En el tema de la logística, consideró que existen varios cuellos de botella porque faltan más empresas que se dediquen a realizar envíos y Correos de México no está jugando el papel que sí está teniendo el correo postal en Francia o en Estados Unidos.
Además, afirmó que se requiere que haya medidas contra quienes cometen ciberdelitos, que se capacite a los jóvenes ante las nuevas oportunidades laborales y que exista un marco regulatorio adaptado a las necesidades de dicha parte de la economía.
“(El mercado) está moviéndose tan rápido que no podemos seguir con las mismas reglas; tratar de regular todo no es precisamente una buena idea, lo que estamos tratando de hacer es fomentar la autorregulación de las empresas para favorecer el desarrollo de esta economía”, señaló.
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En México, 95 por ciento de la población prefiere pagar en efectivo, mientras que 70 por ciento de los tarjetahabientes también privilegian dicha forma de pago. Para el director de la AMVO, el país debe tener una política pública que incentive las compras digitales, de la misma forma que lo han hecho países como Uruguay.
Señaló que la instancia ha sostenido conversaciones con los diferentes actores del ecosistema para favorecer las inversiones de empresas de logística y crear puentes de trabajo entre México y otros países, además de una promoción sobre la autorregulación.
“Lo que estamos buscando es la satisfacción de las empresas que forman parte del ecosistema. Siempre es el criterio de éxito para nosotros; yo tengo dos metas personales: asegurarme de una mejor inclusión de las pymes en el ecosistema, nunca es suficiente; promover la inclusión de la diversidad en el ecosistema de mujeres, comunidades y gente de menos recursos. Tenemos la suerte de trabajar en una industria de nivel tecnológico, deberíamos estarlo también en temas sociales”.
lvm