La economía colaborativa o también conocida como gig, representada por empresas como Uber y Rappi en donde personas (gigsters) realizan una tarea a pedido de otra (cliente) a través de un canal, sea App o sitio web ha impulsado la demanda de servicios financieros, también por medios digitales generando una mayor demanda e inclusión financiera, coincidieron empresas del sector.
Durante el webinar El Potencial del Open Banking, organizado por empresas fintech, coincidieron que el autoempleo que generan estas plataformas convierte a los repartidores o conductores en personas potenciales a obtener una tarjeta de débito, crédito o préstamos y que bancos tradicionales no eran considerados al no poder demostrar ingresos.
En esta línea, Juan Camilo Pineda, cofundador y director de la plataforma de servicios financieros Lana estimó que en México existen más de 14 millones de trabajadores en la economía gig, “estamos hablando de casi 33 por ciento de la fuerza laboral del país dejando millones de pesos en recaudación de impuestos”.
“Son personas que no tienen contacto directo con un empleador y que consecuentemente no cuentan con seguridad social, recibos de nómina o forma de comprobar ingresos, lo que los deja excluidos de servicios financieros tradicionales y comerciales por su dinámica económica, que hoy gracias a la tecnología se puede acceder a datos específicos gracias a APIs que conectan estos datos con las fintech para generar un perfil de cliente”.
Agregó que las fintech pueden atender a todos estos trabajadores con servicios financieros y generar un perfil de riesgo para estos clientes y son catalizadores para crear nuevos productos.
Derek Bayly, director de productos en minu, una plataforma digital de adelanto de nómina, indicó que el covid-19 y los despidos que ha generado la crisis económica han impulsado aún más esta modalidad de autoempleo disparando los números en América Latina por lo rápido que es inscribirse y generar ingresos.
También se han convertido en una fuente de datos importante para el sector, de acuerdo con la API Belvo, este segmento de la economía permite ver cuáles son las valoraciones que tienen, pedidos que envían, tiempo en activo y tarjetas que registran, mismas que sirven para el análisis de riesgos a fin de otorgarles un crédito a la medida.
La gig economy surgió en 2008 en Estados Unidos, con la burbuja inmobiliaria y la crisis económica global, las personas que habían perdido su empleo, encontraron en las nuevas compañías que surgieron de forma digital una nueva alternativa de subsistir a través de repartir productos o servicios.
“Arbnb, Uber y Rappi se han convertido en los principales representantes de esta economía, que, sin un empleador y gracias a la escalabilidad, experiencia de usuario y servicio convergen a través de la tecnología”, explicó Pineda.
srgs