Los avances tecnológicos están siendo aprovechados por la delincuencia para cometer diversos tipos de fraude para obtener recursos en perjuicio de los usuarios, por lo que una buena educación financiera puede ser vital, señaló la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Durante la participación de Wilfrido Perea, director general de Educación Financiera de la Condusef, en la Segunda Semana Nacional de Educación Financiera, evento organizado por la Asociación Mexicana de entidades financieras especializadas (Amfe), señaló que actualmente este tipo de crímenes afecta a diversos sectores de la sociedad, no solo a empresas y corporaciones.
Perea destacó que el desarrollo económico y social de México experimenta un proceso de inclusión financiera creciente, que obliga a asumir y enfrentar retos y desafíos.
El directivo del órgano defensor señalo que un elemento fundamental de la educación financiera es la ciberseguridad, ya que exige atención oportuna y actualización, pues las condiciones tecnológicas actuales la convierten en tema prioritario que obliga a tener un mínimo de nociones básicas.
“Los criminales son muy astutos, manejan la información de manera muy engañosa y juegan con las emociones de las personas; por supuesto a todos nos gusta recibir regalos, a todos nos gusta quizá manejar la posibilidad de que fuimos seleccionados para un determinado beneficio”, comentó.
“Estos delincuentes utilizan de manera muy hábil a su favor este pensamiento, te ofrecen a través de mensajes SMS o de correos electrónicos, suscripciones gratuitas a plataformas de música, de streaming y en cuanto tú aceptas estas suscripciones, pueden tener códigos maliciosos y acceden por ahí, a tus datos personales”, detalló Perea.
Además resaltó que la mayoría de los delitos cibernéticos son contra personas que manejan de manera muy limitada la tecnología, una computadora o un teléfono celular, pero el foco rojo son las personas muy confiadas.
Es por ello que recomendó desconfiar de destinatarios no conocidos, llamadas y demás, así como evitar compartir en redes sociales datos personales y principalmente la información de ubicación o lugares de consumo, ya que a través de cálculos los delincuentes pueden saber el monto de gasto promedio de una persona y ello convertir al usuario en víctima de extorsión.
AMP