Elon Musk se une a la lista de millonarios que abandonan California para librarse de los altos impuestos del Estado Dorado, pero no es el primero que toma esta decisión.
Cada año, cien mil personas se van de California, el estado que tiene una tasa impositiva del 13.3 por ciento sobre la renta, la más alta de Estados Unidos.
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En septiembre de este año, el millonario Jeffrey Gundlach señaló al gobierno californiano de “incompetente” por permitir la salida de los “creadores de empleo”, a quienes se les cobran altos impuestos sobre sus riquezas.
La mudanza de Musk a Texas no es la primera en el mundo de la tecnología. Drew Houston, CEO de Dropbox, cambió su residencia a Austin. Y a finales de noviembre Hewlett Packard Enterprise anunció que mudará sus operaciones a Houston por razones de costos.
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También en este año la empresa Plantir Technologies trasladó su sede principal a Denver y cada vez son más quienes consideran a Texas como el futuro de los negocios en tecnología.
Por ejemplo, el presentador de podcast Joe Rogan anunció que dejaría su residencia de Los Ángeles para mudarse a Texas luego de firmar un acuerdo con Spotify por más de 100 millones de dólares.
Analistas coinciden en que no serán las únicas “mudanzas” que veremos y que Texas se está convirtiendo en el próximo estado para hacer negocios.