Emiliano Salinas Occelli y Alejandro Betancourt Ledesma anunciaron que a concluyen sus funciones como directivos del programa Executive Success Programs (ESP) en México.
En un comunicado firmado por ambos y que difundió en la página web de ESP México manifestaron: “Queremos hacer de su conocimiento que, tras 15 años de operación exitosa de la metodología de superación personal Executive Success Programs (ESP) en el país, hemos decidido ceder la dirección de esta firma en el mercado mexicano”.
También aseguran que con esta decisión se dan por concluidas a partir de ayer sus actividades y colaboración con la marca ESP México, así como su relación profesional y económica con el corporativo Nxivm y sus entidades relacionadas en Estados Unidos, creadores de la licencia impartida por la firma mexicana.
“Agradecemos a clientes y colaboradores la confianza depositada en este proyecto y estamos seguros de que tendrán el mayor de los éxitos”, concluye la misiva.
ESP México es una firma privada que desde 2000 opera en el país licencias internacionales para programas educativos, de entrenamiento o de coaching personalizado; todos ellos enfocados básicamente a la superación personal.
La licencia mantiene operaciones en CdMx, Nuevo León, Jalisco y Guanajuato; estados en los que ha impartido alrededor de 250 cursos de entrenamiento.
EL CONFLICTO
El 26 de marzo agencias de noticias internacionales informaron que Keith Raniere, de 57 años, fundador de la organización de autoayuda Nxivm, creada hace 20 años en Albany, Nueva York, fue arrestado en una lujosa villa de Puerto Vallarta, Jalisco, y deportado a Estados Unidos, al ser acusado de tráfico sexual.
Con Nxivm, que opera en EU México, Canadá y Sudamérica, Raniere lideraba talleres de autoayuda desde 1998. Las asistentes pagaban hasta 5 mil dólares por un taller de cinco días.
Raniere es acusado de haber tenido a entre 15 a 20 mujeres con quienes tenía relaciones sexuales a quienes marcaba sus iniciales. Además, dos de las presuntas víctimas lo acusaron de tener información comprometedora de ellas con lo que las amenazaba para no abandonar el grupo ultra secreto llamado DOS.
Actualmente las autoridades investigan las acusaciones contra Raniere, quien se niega a declarar y tanto él como su organización aseguran que no es culpable.