¿Qué son los aranceles recíprocos que Trump aplicará a todos los países el 2 de abril?

El republicano asegura que “todo el mundo se ha aprovechado de Estados Unidos”, tanto amigos como enemigos; los primeros afectados serán los países con los que se tiene un mayor déficit comercial, entre ellos México.

Trump usa los aranceles como herramienta de negociación. | Especial
Ciudad de México /

Tras días de nerviosismo y tensión, este jueves la presidenta Claudia Sheinbaum logró que México librara los aranceles del 25 por ciento impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el martes pasado. 

La exención aplica para todos los productos contemplados dentro del Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), al menos hasta el próximo 2 de abril, cuando entren en vigor los "aranceles recíprocos" de la administración Trump para todos los países. 

Acordamos que México no tendrá que pagar aranceles sobre nada que esté incluido en el T-MEC. Este acuerdo es válido hasta el 2 de abril. Lo hice como una forma de adaptación y por respeto a la presidenta Sheinbaum”, dijo Trump vía Truth Social.

Por su parte, la presidenta Sheinbaum Pardo señaló que México y Estados Unidos continuarán trabajando juntos en estrecha colaboración en temas de migración y seguridad, incluyendo el problema del tráfico de fentanilo y armas. 

Tuvimos una excelente y respetuosa llamada en la que coincidimos en que nuestro trabajo y colaboración han dado resultados sin precedentes, en el marco de respeto a nuestras soberanías”, compartió a través de su cuenta de X (antes Twitter) la mandataria.

Este acuerdo no aplica —de momento— para Canadá, la otra nación integrante del acuerdo de libre comercio tripartita de América del Norte, que se encuentra enfrascada en una guerra comercial con su vecino del sur.

Génesis de los aranceles recíprocos

No permitiremos que se sigan aprovechando de nosotros. Durante todos y cada uno de los días de mi administración pondré, sencillamente, a Estados Unidos en primer lugar”, dijo Donald Trump el pasado 20 de enero en el inicio de su segundo mandato presidencial. 

Sosteniendo con firmeza una pluma fuente, el republicano firmó el 13 de febrero pasado un memorando para imponer lo que llama “aranceles recíprocos” a los países que gravan productos estadounidenses con el objetivo de equilibrar la balanza tarifaria. Las naciones más afectadas serán aquellas con las que el país vecino del norte tiene un mayor déficit comercial, entre ellos México.

Y si bien estos entrarán en vigor hasta el próximo 2 de abril, Trump estima que sea en las próximos meses cuando inicie el fuego cruzado arancelario. “Por razones de justicia voy a imponer aranceles recíprocos, lo que significa que nosotros cobraremos lo mismo que un país hace pagar a Estados Unidos ni más ni menos”, dijo desde la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Desde que estaba en campaña el político neoyorkino sostiene con vehemencia que “todo el mundo se ha aprovechado de Estados Unidos”, tanto amigos como enemigos, afectando principalmente a los trabajadores e industrias estadounidenses. 

“En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, habrá aranceles y gravámenes para los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, sentenció en su discurso de toma de posesión en el Capitolio.

Ahora bajo una especie de toma y daca de aranceles, que llama "Plan Justo y Recíproco", Trump planea reducir el déficit comercial y hacer que “Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez”, aunque ello implique castigar al consumidor estadounidense con una mayor inflación. Make America Great Again a cómo cueste.

El presidente Donald Trump. | Reuters

El 'abc' del acuerdo de reciprocidad de Trump

El documento firmado por Trump se centra de forma general en dos aspectos que, según él, han generado un escenario “injusto y desequilibrado” para Estados Unidos en el comercio internacional: los aranceles impuestos por otros países a las exportaciones estadounidenses y las llamadas “barreras no arancelarias”.

Al menos en papel, el plan garantiza la equidad y el equilibrio integrales en todos los sistemas comerciales internacionales al tener en cuenta las pérdidas como resultado de medidas que perjudiquen a los Estados Unidos tal como se aplican, “independientemente de cómo se denominen o de si están escritas o no escritas”, algo así como una patente de corso para imponer aranceles a todo lo que consideren obstaculiza las exportaciones estadounidenses.

Esto incluye aranceles impuestos a los productos de los Estados Unidos; impuestos “injustos, discriminatorios o extraterritoriales”, incluido el impuesto al valor agregado; costos para las empresas, trabajadores y consumidores estadounidenses que surjan de barreras o medidas no arancelarias y de actos, políticas o prácticas perjudiciales, abarcando subsidios y requisitos regulatorios.

Así como las políticas y prácticas que hagan que los tipos de cambio se desvíen de su valor de mercado; la supresión de salarios; y otras políticas mercantilistas que hagan que las empresas y los trabajadores estadounidenses sean menos competitivos; y, básicamente, cualquier otra práctica que restrinja el acceso al mercado o cualquier impedimento estructural a la competencia justa con la economía de mercado de Estados Unidos.

“Todo el mundo se ha aprovechado de Estados Unidos y hemos pagado un precio alto por ello. Estados Unidos ha ayudado a muchos países a lo largo de los años con un gran costo financiero. Ahora es el momento de que esos países recuerden lo que hemos hecho por ellos y nos traten de manera justa”, sentenció Trump.
El presidente Donald Trump en la oficina Oval de la Casa Blanca. | EFE

¿Qué países serán los más afectados?

El año pasado la balanza comercial de Estados Unidos registró un déficit de 918.24 mil millones de dólares, 17 por ciento por encima de lo registrado en 2023 y ligeramente por debajo del máximo histórico observado en 2022 de 944.76 mil millones de dólares. “Es decir, en 2024 el déficit comercial de Estados Unidos se hizo más grande y esto se vio reflejado en un menor crecimiento económico”, dedujo la economista Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero BASE.

Lo anterior, debido al crecimiento de las importaciones totales durante 2024 de 6.57 por ciento, año en que tanto las compras de bienes como de servicios alcanzaron máximos históricos. Durante este periodo, por segundo año consecutivo, México se situó como el principal socio comercial de Estados Unidos, por encima de Canadá y China.

“El déficit comercial de bienes de Estados Unidos con México fue de 171.81 mil millones de dólares, representando el 14.28 por ciento del total, todavía muy por debajo del déficit con China de 295.40 mil millones de dólares, que representó el 24.56 por ciento del déficit comercial total de Estados Unidos”, explicó la economista.

Seguido de México, se encuentra Vietnam con 10.26 por ciento, Irlanda con 7.21 por ciento y Alemania con 7.05 por ciento. Juntos estos cinco países representan el 63.37 por ciento del déficit total de Estados Unidos, lo que los convierte en un objetivo prioritario de las políticas proteccionistas de la administración Trump.

“Nosotros no tenemos ninguna tarifa entre Estados Unidos y México. Entonces, si vamos al tema de reciprocidad, quedaríamos como estamos ahora”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum este martes durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Con información de: EFE y AP

AMP

  • Áxel Martínez
  • axel.martinez@milenio.com
  • Editor web de la sección de Negocios de Milenio. Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo de la FES Aragón.

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