El grupo británico de gestión de activos globales Janus Henderson reveló que el enfoque fiscal conservador del gobierno mexicano frente a la pandemia del covid-19 hizo que aumentara su deuda sólo 13.8 por ciento entre 2019 y 2021, y esto representa el menor aumento en cualquier lugar de los mercados emergentes.
De acuerdo con el informe 2021 Sovereign Debt Index Report, para 2022 se espera que la deuda soberana mexicana aumente 6.1 por ciento, lo que llevaría el aumento total de la deuda en circulación desde antes de la pandemia (2019) a 21 por ciento.
El informe señaló que si bien se trata de un aumento significativo, es el más bajo de los mercados emergentes y muy inferior al de sus pares en América Latina, ya que se espera que Brasil aumente su deuda soberana en el mismo período en 38 por ciento, Colombia en 58, Chile en 61 y Argentina en 191 por ciento.
El gestor de activos señaló que el modesto aumento de 21 por ciento de México es también muy inferior a la media de los mercados emergentes (61 por ciento) así como a la media mundial (37.1 por ciento) - y por debajo de regiones como Norteamérica (51 por ciento), Reino Unido (38 por ciento) y Europa (25 por ciento).
Sólo Grecia (9 por ciento), Japón (11 por ciento), Italia (16 por ciento), Irlanda (17 por ciento), Taiwán (17 por ciento) y Suiza (18 por ciento) habrán aumentado la deuda soberana en circulación a un ritmo inferior.
El enfoque disciplinado de la deuda soberana mexicana significa que la deuda del país en relación con el PIB terminó 2019 en 52 por ciento -sólo cinco puntos porcentuales más desde 2019- y está en marcado contraste con el impacto de la pandemia en otras partes del mundo, particularmente en los Mercados Emergentes.
Bethany Payne, gestora de carteras de bonos globales en Janus Henderson, dijo que la pandemia ha tenido un enorme impacto en el endeudamiento de los gobiernos, y las secuelas van a continuar durante algún tiempo.
Apuntó que en América Latina, muchos gobiernos respondieron a la crisis sanitaria con ambiciosas políticas fiscales para apoyar a sus poblaciones y economías pero, en algunos casos, este gasto creará desafíos para la dinámica de la deuda pública en los próximos años.
AMP