Telefónica Movistar informó que para enero de 2024, se espera la publicación de la tercera resolución bienal, correspondiente a la revisión de las medidas de preponderancia, tras el proceso de revisión que inicia con una consulta pública, lo cual es importante para determinar condiciones de competencia en el sector de telecomunicaciones.
Un agente económico preponderante es aquel concesionario o prestador de servicio que cuenta con una participación nacional mayor a 50 por ciento, medido por número de usuarios, suscriptores o audiencia; tráfico en redes; y capacidad utilizada.
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La directora de Asuntos Públicos, Regulación y Negocio Mayorista de Telefónica Movistar México, Ana de Saracho, explicó que esto es importante porque tras las medidas de preponderancia de 2014 y 2017, en 2020 el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) liberó medidas.
Durante el seminario “La regulación de preponderancia como herramienta para impulsar la sostenibilidad y dinamismo del mercado móvil en México”, precisó que estas medidas llevaron a una libertad tarifaria que llevó a que Telcel pusiera barreras.
En este contexto, la directiva de Telefónica Movistar señaló que a diez años de la Reforma de Telecomunicaciones, el mercado de telefonía móvil pasó de un total de 104 millones de líneas en el segundo trimestre de 2013 a 127.9 millones en el tercer trimestre de 2022, con una concentración de América Móvil que pasó de 60 a 63 por ciento.
En tanto, Telefónica Movistar pasó de 20 a 17 por ciento de participación de mercado, mientras que AT&T, antes Iusacell-Unefon, pasó de 7 a 16 por ciento.
En términos de ingresos móviles, el agente económico preponderante (América Móvil) tuvo una reconcentración en los últimos cinco años.
Al tomar en cuenta las portabilidades netas, América Móvil no sufrió pérdidas, sigue teniendo un balance neto positivo y no se percibe reducción en los costos de cambio de los usuarios, pero los competidores no están en condiciones de igualdad para competir y retener usuarios.
Demanda de usuarios e infraestructura
Ana de Saracho destacó que las compañías cada vez tienen que realizar más inversiones porque los usuarios demandan más datos, más velocidad y nuevas tecnologías, pero para ello se necesitan redes más robustas, más densas y con más capacidad y eso requiere equipamiento costoso, con ciclos tecnológicos más cortos.
Entre las alternativas para darle viabilidad y despliegue a las redes destaca la compartición de infraestructura que entre otros elementos, facilite la inversión, acelere ingresos sustanciales y el despliegue de nuevas tecnologías.
srgs