Es un día triste para el comercio internacional, dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, al referirse al anuncio hecho por Estados Unidos esta mañana y por el que México, Canadá y la Unión Europea deberán pagar aranceles por ingresar acero y aluminio a ese país.
En entrevista con Carlos Loret de Mola, para Sin Anestesia de Radio Centro, el funcionario dijo que la aplicación de un impuesto -de 25 por ciento para las importaciones de acero y 10 por ciento para las de aluminio- “es completamente incomprensible, sobre todo cuando en el mercado del acero les compramos más de los que les vendemos”.
“Es un día triste para el comercio internacional cuando estas amenazas se cristalizan contra la Unión Europea, contra Canadá y contra México”, lamentó.
Sin embargo, “la decisión se tomó y nosotros siempre dijimos que íbamos a estar listos para reaccionar”.
Guajardo dijo que la medida afecta a un sector que está totalmente integrado, lo que demuestra que la decisión “claramente está tomada para mandar más bien un mensaje político de la dureza y de determinación”.
El secretario explicó que para la respuesta de México, quien impondrá medidas equivalentes a diversos productos, hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación, se tuvo que analizar las posibles afectaciones que se podrían tener en el país, así como proveedores alternos de otros países.
“Cuando tu tomas este tipo de decisiones primero tienes que ser cuidadoso de los productos que secciones no vayan a tener un impacto en los temas de consumo nacional, que no vaya a tener un impacto importante en los temas inflacionarios y que tengas otras alternativas de oferta”, explicó.
Además dijo, muchos de los productos estadunidenses que serán gravados –embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros– son producidos en estados con fuerte influencia política.
“Son productos que tienen implicaciones en algunos distritos donde hay diputados y senadores importantes que han estado indicando a la administración Trump que tenga cuidado como maneja estas decisiones; porque finalmente el efecto recaerá en electores y ciudadanos que viven en distritos que tienen voz y voto en el Congreso Norteamericano”.
Afirmó que la respuesta de México es de alguna manera un mensaje claro de que este tipo de cosas no benefician a nadie.
“En este tipo de acciones nadie gana, sin duda el sistema tiene que ajustarse, pero tenemos que estar consientes de que este tipo de respuestas son necesarias para poder mandar una señal clarísima de que no estamos parados viendo a ver con qué afectación nos sale y que nosotros tenemos capacidad de respuesta”, sentenció.
Guajardo dijo que durante mucho tiempo se estuvo mandando “el mensaje claro de que no sería aceptable y que tendríamos que reaccionar ante cualquier medida que se tomara en ese sentido”.
Sobre si la decisión de Estados Unidos entorpece la negociación del TLCAN, Guajardo reconoció que las negociaciones sí se tensan, pero “en esta profesión estamos y hay que seguir poniendo la cara para la disposición al diálogo y encontrar soluciones a estos problemas”.
MCM