El próximo 31 de diciembre termina la gestión de Alejandro Díaz de León como gobernador del Banco de México (Banxico), la institución en donde se formó profesionalmente desde hace poco más de 30 años. Recibió el cargo de manos del entonces presidente Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre de 2017.
A 10 días de dejar el encargo, México sufre una de las inflaciones más altas de los últimos años. Díaz de Léon también se despide en medio de un entorno de dudas de los mercados sobre su sucesora: pero él dice, en entrevista con MILENIO que se va tranquilo pues se siente orgulloso de que en estos años se construyó una junta de gobierno sólida.
Señala que seguirá contribuyendo con el Banco de México cuando ya esté fuera como lo hizo mientras estuvo dentro, pero a su manera: “estando fuera, mi mayor contribución será el no buscar decir qué haría yo en mi lugar de la junta de gobierno en su momento. Yo creo que por mucho ánimo que se tenga, la mejor manera de ser constructivo es siendo prudente”
Para él, su mayor reto al estar cuatro años al frente del banco central, fue actuar ante la coyuntura del covid-19. Y ahora habla de la inflación que afecta el bolsillo de los mexicanos, de su legado en la institución y de sus planes a futuro.
¿Cómo fueron estos cuatro años a cargo del banco central de México?
La verdad es que para una persona que empezó su carrera profesional en el Banco de México hace poco más de 30 años, el terminar con esta responsabilidad es una oportunidad invaluable. Aprecio mucho tener esta oportunidad de cerrar el ciclo en mi colaboración en el Banco de México. Cuatro años de muchos retos, de todo tipo, el más reciente asociado al covid-19.
De una contracción sin precedentes el año pasado y ahora, el año siguiente, de presiones inflacionarias, así que hubo muchos retos, pero siempre es un orgullo estar en esta institución tan comprometida con el cumplimiento de sus funciones y de servir a México, procurando una inflación baja y estable.
¿Cuál considera que fue el momento más importante?
Lo más retador fue precisamente en abril del año pasado, cuando teníamos no sólo en México, sino también en muchos muchas economías, incluyendo Estados Unidos, cuando el mercado de los valores del Tesoro norteamericano se vuelve líquido y es difícil hacer operaciones, eso significa que las condiciones en el resto de los mercados financieros estaban muy complejas y muy complicadas. Creo que fueron meses de una situación que no se sabía que iba a suceder y creo que eso fue uno de los elementos de mayor reto en los últimos cuatro años.
¿Eso fue también lo más difícil?
El idear cuál era la respuesta más atinada de política monetaria, cuál el tipo de facilidades que se debían de poner a funcionar en el sistema financiero mexicano, de cómo mitigar ese choque de aversión al riesgo, de reacomodo de portafolios, ajuste cambiario, ajuste en primas de riesgo, eso implicó un reto para la conducción de la política monetaria en esos días.
¿Considera que usted, junto con los otros cuatro miembros de la Junta de Gobierno, tomaron las decisiones adecuadas?
Siempre en retrospectiva puede haber elementos que uno pudo hacer con cierta temporalidad o con una precisión diferente, pero diría que la Junta de Gobierno fue atinada en tratar de proveer al sistema financiero mexicano de una amplia gama de facilidades de liquidez para que la operación no se viera comprometida.
Creo que el hecho de que tuviéramos estas facilidades hasta por 800 mil millones de pesos, 3.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de 2019 puestos y dispuestos a favor de los intermediarios, no nada más de la banca, sino de otros intermediarios financieros contra colateral, creo que fueron muy útiles en revertir esta versión al riesgo.
¿Hay algo que quedó pendiente de hacer justo en ese momento tan complicado?
En términos, ya sea de comunicación o de oportunidad, en las disposiciones y en los anuncios, siempre se pudo haber ideado algo un poco más fino, pero creo que en términos generales, se actuó adecuadamente, también en términos de los intermediarios financieros.
¿Cómo deja al Banco de México?
Siempre comentó que en esta institución de 96 años, que la construyeron miles de mexicanos a lo largo del tiempo, es que vamos a dejarla con algo mejor que como la recibimos, esperamos que ese haya sido el caso, también es una labor de muchos funcionarios empleados del banco que nos encargamos a través de muchas responsabilidades a contribuir a que sea una institución más sólida y que dé buenos resultados, y creo que hemos tratado de que esa sea la guía que lleve el día a día, y eso supongo es el objetivo.
¿Cuál fue su mayor aportación al Banco de México?
Bueno, es difícil que uno mencione en primera persona una aportación, en lo personal yo lo que puedo decir es que siempre busqué que los equipos funcionen, creo que el gobierno corporativo que tiene la junta de gobierno es muy atinado, que tengamos a cinco personas dedicadas a tomar todas las decisiones relevantes del Banco en materia monetaria, financiera, de regulación, incluso también de administración y gasto, creo que contribuye a que la institución funcione de la mejor manera posible tratando de que ese gobierno corporativo funcione de manera adecuada.
Creo que un sueño de la junta de gobierno es cerrar el círculo de la vinculación con el público a través del museo del Banco de México, un esfuerzo en el cual buscamos decir cuál es la función de Banxico, de decir, qué es el dinero porque la institución tiene la obligación de proveerlo, cuáles son nuestras características institucionales claves y esenciales, y por qué trabajamos para todos los mexicanos tratando de que las tasas se mantengan bajas y estables esos creo que han sido elementos importantes de la junta en los últimos años.
Tenemos una inflación muy alta ¿Qué hacemos?
Creo que tenemos un entorno muy complejo desde la pandemia. Comentamos de una contracción sin precedentes el año pasado y que este año tenemos a la vuelta de la esquina una recuperación vigorosa y ahora con temas de inflación.
Creo que el origen de las presiones inflacionarias es predominantemente externo, en la medida en la que los hogares con el covid sustituyeron el gasto de servicios hacia mercancías, pusimos más presión hacia ese tipo de productos y si le sumamos los estímulos fiscales a los hogares estadunidenses que son muy cuantiosos, pues la presión en los precios comerciales es importante, tanto en materias primas como alimenticias energéticas locales hasta también productos manufactureros, inclusive automotrices y semiconductores, etcétera.
En ese sentido son presiones externas las que colocaron este proceso inflacionario pero eso no significa que no debamos hacer nada, al contrario, debemos mantener condiciones monetarias que promuevan que las expectativas de inflación se mantengan bien contenidas, que el comportamiento del mercado cambiario sea adecuado y que la curva de rendimiento se mantenga contenida y que no se incrementen las primas de riesgo inflacionario de largo plazo. Así que un entorno complejo que con choques externos derivados del covid y que estamos tratando de evitar riesgos.
Y ¿qué le dice a las personas a las que ya no les alcanza el dinero?
El Banco de México siempre identificó en su mandato constitucional el mantener una inflación baja y estable en un camino adecuado para que todo mexicano cuide sus ingresos ya sea de un sueldo, salario, honorario, negocio en moneda nacional pueda conservar su poder adquisitivo esto no significa que el camino esté exento de problemas o de retos estamos enfrentándolo y creo que con el covid estamos enfrentando todo tipo de retos especialmente en el ámbito de salud, cambió la dinámica y la vida a todos lo que hacíamos, cómo lo hacíamos, tenemos que ajustar muchas cosas, seguimos viviendo consecuencias a esa pandemia ahora con estas presiones de precios, estamos tomando acciones para que esto sea lo menos duradero posible y que podemos regresar a la meta de 3 por ciento.
¿Esta inflación es o no transitoria?
Tenemos que hacer que las presiones de precios tengan un impacto transitorio en la inflación, eso no significa que los choques se vayan a deshacer, etcétera., pero tenemos que regresar a la meta de 3 por ciento lo antes posible. En los datos que hemos dado a conocer, sobre todo este escalón, se ve con mayor claridad que después de 12 meses, que es cuando se ya se empieza a ver más claro, pero también proporcionamos las proyecciones de inflación trimestral analizadas en ese comunicado, justo para identificar que en algunas de estas menores presiones de precios se van a ver inclusive desde el segundo y más claro tercer trimestre del año.
Usted forma parte de la historia del país. ¿Qué siente?
Pues en realidad, probablemente en algún tiempo más adelante, y que lo vea en retrospectiva, pueda tener un poco más de perspectiva en esa reflexión. Cuando una responsabilidad de este estilo es asumida, hay que asumirla con toda cabalidad, con todo entusiasmo y convicción. Creo que he estado muy enfocado en tratar de ver que las cosas caminen adecuadamente; hemos tenido altas bajas, de todo tipo, pero creo que una perspectiva de más mediano plazo probablemente sea con el paso de los años, pero creo que con alguien que entró en el banco, que se formó en el banco. La verdad es que estoy muy agradecido con la institución por la formación que he tenido aquí, por la oportunidad de desarrollo profesional que tuve. Así que me voy muy agradecido con la institución.
¿Qué sigue después del Banco de México?
Yo creo que la mejor manera de tomar esa decisión será no estando en el Banco de México. He estado en estos últimos meses enfocado en tratar de atender los puntos pendientes, como tú comentabas ha sido un entorno muy retador en materia inflacionaria y ha requerido estar muy atento de todas estas presiones, estos choques, y creo que hacia adelante ya va a haber tiempo para hacer alguna reflexión y ver cuál puede ser una buena manera de contribuir, dentro de otra responsabilidad, pero de contribuir básicamente a la conducción o a la definición de lo que pueda ser un buen reto futuro.
Mensaje final
Es muy importante destacar que a veces en una economía como la mexicana, donde tenemos muchos retos pendientes, a veces puede haber preocupación, pero también se pueden ver los retos de una manera diferente, se pueden ver con entusiasmo, como una oportunidad de cambiar y transformar las cosas. En el Banco de México para mí ha sido un honor estar al frente de una institución que está llena de funcionarios que precisamente ven las cosas así, cómo mejorar el sistema financiero, cómo mejorar el sistema de pagos, cómo mejorar el mercado de la renta fija, cambiario etc. Así que ese entusiasmo de transformar a una economía que quiere alcanzar una condición de mayor desarrollo es una agenda que se abraza con mucho entusiasmo y creo que hay muchos renglones en el país en los que se debe de ver con ese entusiasmo de transformar para mejorar y muchas gracias por la oportunidad.