En México existen cuatro ciudades que consideradas Ciudades Inteligentes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El organismo internacional declaró como zonas inteligentes a Maderas, en Querétaro; Ciudad Creativa y Tequila, en Jalisco; y Smart, en Puebla. Además, está la Ciudad de México, que aunque no es 100% inteligente, cuenta con diversas características que la encaminan hacia esa categoría.
“El BID entiende que una ciudad inteligente es aquella que coloca a las personas en el centro del desarrollo, incorpora tecnologías de la información y comunicación en la gestión urbana y usa estos elementos como herramientas para estimular la formación de un gobierno eficiente”, dice Mauricio Bouskela, especialista senior de vivienda y desarrollo urbano del BID.
Desde 2011, el BID ha apoyado a las ciudades de América Latina y el Caribe en el desarrollo de estudios de gestión inteligente de la mano con el Instituto Coreano de Asentamientos Humanos y empresas como Cisco, Microsoft, IDOM y Everis, entre otras.
Por su parte, Leonardo González, analista de Real Estate de la inmobiliaria en línea Propiedades.com, aclara que aunque ya existen espacios en México considerados inteligentes, aún están en vías de maduración.
“Una ciudad inteligente utiliza tecnología para generar mejores condiciones de vida para sus habitantes”, dice el especialista inmobiliario.
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Una Smart City es una región en la que todas sus dimensiones: movilidad, seguridad, gobierno, salud, entre otras, funcionan guiadas por la tecnología. Si bien es cierto que hay diversas iniciativas en marcha, como Ciudad Creativa y Tequila, en Jalisco y Smart en Puebla, estos proyectos están aún en diversas etapas de maduración, como lo explica también Eduardo de la Peña, Socio Líder de Infraestructura en Deloitte México.
“México carece de programas federales que promuevan este modelo de ciudad y funcionen como marco rector. No existe una ‘Estrategia Nacional de Ciudades Inteligentes’ ni instrumentos financieros de la banca de desarrollo que puedan financiar estos componentes”, dice el especialista de Deloitte.
Pese a ello, nuestro país es un territorio con mucho potencial para el desarrollo de este tipo de ciudades. Principalmente por dos razones, como lo señala De la Peña: “En México existen problemáticas claras —como seguridad o movilidad—, que pueden encontrar una solución interesante en la tecnología. La segunda, es el gran número de ciudades con vocación con el que contamos (como los sitios turísticos), que tienen la posibilidad impulsar su avance a través de la tecnología”.
Lo anterior convierte a nuestro país en un terreno fértil para el surgimiento de ciudades inteligentes, un modelo benéfico, con un efecto multiplicador, que en el contexto actual toma especial relevancia debido al potencial que tiene para mejorar la calidad de vida de la gente.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo estas son las Smart Cities que podemos encontrar en México:
1. Maderas, Querétaro
Ubicada en el municipio de Santiago, Maderas fue la primera ciudad inteligente que comenzó a construirse en México. Arrancó en 2013 y se espera terminarla en 2020. Actualmente desarrolla 100,000 viviendas en unas 400 hectáreas, además de 20,000 propiedades en la periferia.
2. Tequila, Jalisco
Este pueblo mágico trabaja por ser catalogado ciudad inteligente desde 2014, y se espera concluir su proceso en 2040. Considerada la primera ciudad turística inteligente, las autoridades locales buscan impulsar la movilidad, la conectividad y los datos abiertos, y así poder replicar este modelo en otros pueblos mágicos del país.
3. Ciudad Creativa Digital, Jalisco
Este proyecto se desarrolla desde 2014 dentro de Guadalajara, como una apuesta para favorecer a la industria digital y creativa. Este sitio contará con 380 hectáreas y albergará a 50,000 personas. El precio medio de las casas en la capital tapatía es de 1,849,000 pesos.
4. Smart, Puebla
Localizada dentro de la capital del estado, esta ciudad pretende centrar el desarrollo económico de sus habitantes en la innovación tecnológica. Por eso, universidades y organizaciones de la sociedad civil trabajan en ella con el fin de mejorar la sustentabilidad integral.