Aunque las autoridades de Estados Unidos consideran que la economía de su país no entrará en recesión en 2023, varios analistas consideran que hay riesgo de que suceda; sin embargo, aun cuando este pronóstico pueda suceder, especialistas consideran que no contagiará a México pues cuenta con una variables que lo sacan a flote.
De acuerdo con información del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México (CFCEM), organismo auspiciado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), sólo la recesión que inició en 2008 en México estuvo precedida de la vivida en Estados Unidos, pues esta última inició siete meses antes; las otras dos recesiones mexicanas primero iniciaron aquí y después contagiaron al vecino del norte.
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Una de las variables que cuida bien a la economía mexicanas es que el sistema financiero está bien capitalizado, dicho por Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
“Lo que es terrible es que los contagios de una crisis vienen del sector financiero y tienen consecuencias distintas en factores mayormente fiscales en los países y ahí estamos viendo, al menos en México, un sistema financiero mucho más resiliente, mejor capitalizado y con mejores puntos de capital, no creo que la banca sea un problema”, aseguró Becker Feldman en la última reunión de la México Cumbre de Negocios.
Por otro lado, el nearshoring también permite al país recibir capital en el reacomodo de la cadena de suministro global de la industria manufacturera, permitiendo la generación de empleo.
“Es una oportunidad que se presenta para México en particular y para las economías centroamericanas, esto, a partir de la guerra comercial de Estados Unidos con China. Entre 2017 y 2021 México incrementó su participación en las importaciones de Estados Unidos de los segmentos de vehículos, rubro en el que recientemente se incorporaron seis proveedores de Tesla; maquinaria especializada, maquinaria industrial y equipo de transporte, lo que es una señal de que en cierta medida este nearshoring está ocurriendo”, contó Lian Allub, economista principal de CAF.
La directora de análisis económico-financiero de Banco BASE, Gabriela Siller, señaló que Estados Unidos aún no está en recesión, pero se aproxima a ella pues la alta inflación y las alzas en tasa de interés seguirán mermando el poder adquisitivo de la población, mientras que las empresas enfrentan aumentos en los costos laborales, logísticos y financieros, que pueden desincentivar la creación de empleo.
En México, el banco central aseguró que no se visualiza un escenario de recesión, pues las previsiones tanto para 2022 como para 2023 apuntan a que el país registrará crecimiento económico. No obstante, eso sí implicaría una desaceleración, es decir, un menor crecimiento.
Hay varias definiciones de la recesión; técnicamente es una caída de la actividad económica por un periodo determinado, que implica dos trimestres seguidos del producto interno bruto (PIB) ajustado por estacionalidad con disminuciones trimestrales.
El Grupo Financiero Santander explica que a lo largo de la historia hay un gran número de recesiones económicas, impactando negativamente a las finanzas de las personas, empresas y en general de la sociedad que las ha padecido. Por ello, dice, las administraciones de los países suelen tomar medidas para esquivar este escenario económico, aunque no siempre lo logran.
Según el CFCEM, a partir del 2000 en el país se registraron tres recesiones. La primera duró 16 meses (de octubre de 2000 a enero de 2002); la segunda fue de once meses (julio de 2008 a mayo de 2009) y la tercera 12 meses (junio de 2019 a mayo de 2020).
Fin de una expansión e inicio de recesión
Debido a la alta inflación que se registra a nivel mundial y que ha llevado a un gran número de bancos centrales alrededor del mundo a elevar sus tasas de interés, analistas del mercado prevén que se avecina una recesión mundial, especialmente en Estados Unidos donde la Reserva Federal ha sido más agresiva en su política monetaria; en consecuencia, se prevé que en México suceda lo mismo por la conexión económica con este país.
Al respecto, el NBER explicó que la última recesión en Estados Unidos terminó en abril de 2020 y en mayo inició una expansión, pero en ese momento la economía no volvió a operar a su capacidad normal.
Precisó que una expansión es un período de aumento de la actividad económica que se extiende por toda la economía, normalmente visible en el producto interno bruto (PIB) real, los ingresos reales, el empleo, la producción industrial y las ventas al por mayor y al por menor.
Depresión económica
Santander explica que cuanto más tiempo permanezca un país o región geográfica en una recesión económica más difícil será revertir los efectos que desencadena, como la baja del consumo, la caída de las inversiones, la reducción en la producción de bienes y servicios o la pérdida del empleo. Además, añade, también aumentará el riesgo de entrar en la siguiente fase negativa de la economía que es la depresión económica.
AMP