Eugenio Garza Sada, junto con su hermano Roberto Garza Sada, fueron los precursores de muchas innovaciones industriales en el país, no solo en términos tecnológicos, sino también en el manejo empresarial que muchas compañías de México replican en la actualidad.
El ingeniero civil egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) fue el primero en utilizar el modelo de conglomerado (holding) en 1936 a consejo de su amigo, abogado y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Manuel Gómez Morín.
De acuerdo con el libro Don Eugenio Garza Sada. Ideas, acción, legado, esto sirvió al empresario para tener un mayor control de los negocios, mejorar las condiciones laborales de sus colaboradores, una de las mayores virtudes que empujó durante su vida, y evitar la influencia política durante esos años.
Gracias al modelo de holding nació Valores Industriales S.A. (Visa), a la postre se convertiría en Fomento Económico Mexicano (Femsa), con el cual coordinaron las labores de las 50 empresas que llegó a operar en vida el originario de Monterrey, Nuevo León, junto con su hermano; algunas de ellas adquiridas después de creada la figura de conglomerado.
Una persona que influyó en la vida y obra de Eugenio Garza Sada fue su padre, Isaac Garza, pionero y gran impulsor de la industrialización en Nuevo León, de quien comprendió que tenía que reducir su dependencia del exterior, por eso la importancia de desarrollar cadenas productivas en el país para que la Cervecería Cuauhtémoc (principal eje de sus negocios) pudiera crecer y llegar a todos los rincones de México y el mundo.
Un ejemplo de ello fue el nacimiento de Hojalata y Lámina (Hylsa), misma que serviría también como una base importante para el desarrollo de la industria siderúrgica que actualmente existe en Nuevo León y que por muchos años compitió con Altos Hornos de México (Ahmsa) en Coahuila.
Las nuevas ideas
De acuerdo con el libro, Eugenio Garza Sada (que nació el 11 de enero de 1982) fue un hombre promotor de la ciencia, incluso apasionado de leer revistas de divulgación científica, mismo que imprimió en sus negocios.
Un ejemplo de ello es que permitió a sus colaboradores en plantas y talleres el proponer innovaciones que ayudarán a la empresa, fomentando la investigación en los mismos.
Cervecería Cuauhtémoc sería la primera en utilizar la corcholata como una forma de tapar envases, así como usar gas carbónico en la cerveza de barril; también el uso del cartón corrugado para hacer cajas que almacenan 25 botellas, sustituyendo la madera.
En 1948 fue la empresa que introdujo el sistema de refrigeración con base en hielo triturado y en 1953 el usar envase de color ambar, en 1957 las botellas de cristal no retornable y en 1964 el uso de lata; todos estos avances se siguen usando en la actualidad.
También fundó en la misma cervecería una escuela que ofrecía instrucción técnica a los trabajadores.
Pero no paraba ahí su entusiasmo por la innovación, él también era un inventor. Existe el registro ante la oficina de patentes de la Secretaría de Economía en 1953 el diseño de un “aparato capaz de escribir fonéticamente en papel la palabra hablada”, el cual de acuerdo con la obra literaria sobre su vida, lo experimentó en 1937. El empresario lo llamó Voice-o-Graph.
Por su propio destino
Cuando falleció Eugenio Garza Sada, durante su funeral, el empresario Ricardo Margain, muy distinguido en Monterrey, dijo durante su discurso “el pueblo mexicano, y en especial el de Nuevo León, es un pueblo que busca realizar su propio destino y que cree que el trabajo es una de las más elevadas formas de expresión de la personalidad humana que desea y anhela superarse, pero ello sólo puede realizarlo en un ambiente de paz, orden, tranquilidad y reconocimiento pleno de sus derechos”.
“Es decir, en un ambiente en que la autoridad reprima toda transgresión del orden constitucional, ya que este principio es lo que legitima el poder y el único que justifica el derecho moral de mandar [...] Poner un hasta aquí a quienes mediante agitaciones estériles y actos delictivos y declaraciones oficiales injuriosas amenazan con socavar los cimientos de la patria es un deber ineludible que amerita atención inmediata. No hacerlo puede sumir a nuestro país en la más profunda de las anarquías, conducirlo por senderos de violencia y acabar con su precaria estabilidad política y económica”, expresó.
Finalizó apuntando: “Tal vez la mejor herencia que deja a esta tierra regiomontana y, por qué no decirlo, a México, son sus obras y son sus hijos, seguramente continuadores de sus elevados principios y reconocido altruismo. Es por ello que para terminar estas palabras y haciéndome eco de sus sentimientos filiales que quisieran decir al Padre que se ausenta, voy a terminarlas con el pensamiento del poeta: sin que lo sepa nadie, guardando igual misterio”.
PMA