La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) autorizó la constitución de la Aerolínea del Estado Mexicano S. A. de C. V, misma que será operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Analistas consultados por MILENIO vislumbran dos grandes riesgos con esta decisión: primero, que el país pierda recursos públicos ante los subsidios que recibirá esta nueva compañía y, segundo, que significará una competencia desleal.
Según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, la nueva línea podrá llevar a cabo “todas las acciones necesarias para promover, explotar y prestar el servicio público de transporte aéreo regular nacional e internacional de pasajeros, carga, correo o una combinación de éstos, por cuenta propia o, a través de personas públicas o privadas”.
También podrá prestar servicio público de fletamento bajo la modalidad de paquete turístico o de traslado, chárter y taxi aéreo, además de obtener “concesiones, permisos, licencias, autorizaciones y ejecutar los actos necesarios para su objeto social”.
Su domicilio estará en el Estado de México y contará con un capital social variable e ilimitado. De inicio tendrá una parte mínima, sin derecho a retiro, por un millón de pesos, dividido en 100 acciones nominativas con valor de 10 mil pesos cada una.
Remarcó Hacienda que este capital mínimo será 90 por ciento de Sedena (990 mil pesos) y el restante 10 por ciento estará en manos de Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito).
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Apoyo del gobierno
El decreto alude que la aerolínea recibirá recursos de Sedena, con movimientos compensados y sin partidas adicionales. Es decir, que no habrá más presupuesto, ni recursos adicionales, para este o posteriores ejercicios fiscales. Sin embargo, expertos creen que no será así.
Gerardo Herrera, especialista y académico de la Universidad Iberoamericana, dijo que la aerolínea enfrentará desde su nacimiento una alta competencia, que no le permitirá la rentabilidad sin apoyo del gobierno en el corto plazo.
“Eso es lo que está pasando con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)”, explicó.
De acuerdo con reportes, el AIFA, que fue inaugurado en marzo de 2022, ha recibido subsidios por mil 628 millones de pesos en lo que lleva de operación. El gobierno prevé que será rentable a finales de 2023 o principios de 2024 y ya no recibirá apoyo.
Fernando Gómez Suárez, experto en aviación, prevé que a diferencia de la terminal aérea de Santa Lucía, que tendrá por dos años subsidios de la administración federal, la aerolínea tomará más tiempo que eso.
“Podrían ser dos años, solo si la empresa opera rutas rentables, pero ante la elevada competencia, se esperaría que sean más años antes de ser autosuficiente”.
Otro de los peligros que se vislumbran es que haya competencia desleal, ya que el gobierno igualmente podrá operar aeropuertos, como es el caso del AIFA, de esta forma las aerolíneas mexicanas y extranjeras se verán perjudicadas, explicó.
En 2022 se creó el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GOMM), administrado por la Sedena para operar el AIFA, y los aeropuertos de Palenque, Chetumal y Tulum.
“No habrá piso parejo para competidores, hay el peligro que este consorcio le dé trato preferencial a la aerolínea estatal, al darle los mejores horarios de aterrizaje y despegue (slots), descuentos en servicios aeroportuarios, mayor plazo de pago en turbosina y flexibilidad de cobro en general”, afirmó Gómez Suárez.
Deben regresar a Texcoco
El AIFA será una solución a corto plazo para la saturación aérea de la Ciudad de México, pero se tendrá que volver a plantear el proyecto de Texcoco, consideró Antonio Arranz, director general de DHL Express en el país.
“El aeropuerto al menos va a estar de seis a ochos años, puede ser 20, pero llegará un presidente que diga que esto es inmanejable y debemos regresar al otro proyecto. La solución es Texcoco, no hay manera, en algún momento México lo va a tener que mirar tan solo por slots”, dijo en conferencia de Leschaco.
Remarcó que no es un tema de almacén, sino de conexión aérea.
Por su parte, Carlos Torres, especialista en aviación, afirmó que una problemática de los últimos gobiernos es la falta de planeación de infraestructura.
“En AICM existe un problema grave de cimentación, mientras que el AIFA las vías de acceso continúan siendo una dificultad para pasajeros y trabajadores”.
Pide prórroga para ir al AIFA
Frank Nozinsky, director de Lufthansa Cargo México, dijo que están en proceso de certificación para mudarse al AIFA; pero pedirán una prorroga, y si no se las dan, aplicarán un plan B.
Una opción temporal es operar en Guadalajara. “El AICM cierra para carga el 7 de julio, al otro día debemos ir al AIFA; pero nos faltan certificaciones de la Administración de Seguridad al Transporte de EU y de la autoridad europea que llevan de 45 a 90 días.