El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) estimó que para finales de 2023 las exportaciones agroalimentarias de México superarán los 50 mil millones de dólares, teniendo una proyección de 53 mil mdd.
Durante su panel sobre La Evaluación del T-MEC a tres años de su inicio, el director general del grupo, Juan Carlos Anaya Castellanos, añadió que los principales favorecidos en este incremento en el mercado serán los granos, así como otros productos como las frutas ya que recordó que el 48 por ciento de sus exportaciones son frutas y hortalizas, así como la importancia del tequila, berrys, jitomates y aguacate.
Pero para que esto sea posible piden al gobierno mexicano cuidar a su mercado más importante, así como su posición geográfica que actualmente favorece para impulsar el comercio, ya que recordó que 80 por ciento del comercio de frescos se realiza en la frontera de Texas.
“Porque no abrimos a más países, nosotros queremos ver más mercados, pero primero hay que atender nuestro mercado principal, no podemos descuidar nuestra posición geográfica”, afirmó
Señalaron que el comercio agroalimentario es muy importante para el mundo y que el principal en 2016 era entre Estados Unidos y China, pero el papel de México ha crecido con su relación en el norte del país. Añadieron que México es el país más abierto al mundo, pero la mayor concentración es su mercado con Estados Unidos.
Después de la pandemia del covid-19 que provocó una fractura en las cadenas de suministro, así como inflación en bienes de consumo y en algunos casos crisis económica, también impulsó el llamado nearshoring.
En el caso específico de la controversia entre Estados Unidos y México por el maíz transgénico el GCMA afirmó que el decreto y la postura mexicana en contra de la importación de este producto es más una cuestión ideológica que científica.
Anaya Castellanos condenó que México ha sido incapaz de producir el maíz conforme crece la demanda y que ese es un problema del país, del que Estados Unidos no tiene la culpa, y al no permitir la importación es “darse un balazo al pie”.
“Los ideólogos nos crearon problemas en donde no existían (…). En lugar de hablar sobre cómo reducir de esta dependencia de cuestiones, estamos viendo otras cosas”, condenó
Pues los integrantes del grupo afirmaron que esto solo puede provocar un aumento en el mercado negro de glifosato y afectaciones en los precios a los productores, por lo que pidieron tomar el tema con más seriedad.
Falso, que no haya evidencia para respaldar veto a maíz transgénico
La asociación civil El poder del Consumidor aseguró que es falso que México no cuente con evidencia científica para poder respaldar el decreto en contra del maíz transgénico, y señalaron que esta controversia se da por culpa de las transnacionales y poderes en el gobierno que tienen a su favor.
Durante su mesa Bajo la mira: el control corporativo sobre los sistemas alimentarios en México, Ana Larrañaga, investigadora de la asociación y nutricionista, afirmó que en su primer estudio de caso sobre el tema encontraron que hay un poder corporativo que influye en el uso de glifosato en México.
Para este primer estudio analizaron el decreto presidencial publicado en 2020 y su actualización en 2023, la ley federal para el fomento y protección del maíz nativo de 2020, y las propuestas de reforma a la ley general de salud en materia de plaguicidas de 2022, y en el entorno científico del tema encontraron que hay jornadas académicas en el Conacyt y la UNAM donde se promueven estas investigaciones que muestran las afectaciones del glifosato
“Es falso que México no cuente con evidencia para respaldar el decreto (…). Existe bastante resistencia a reconocer la evidencia (…). Hay investigaciones que no permiten llegar a conclusiones definitivas, se realizan en unos pocos meses y se concluye que es seguro, pero no se hace un seguimiento a largo plazo o realizan estudios donde el consumo de maíces transgénicos es demasiado bajo y entonces se concluye seguro, pero en países como México el maíz es la base de la dieta”, añadió
Además, condenó que hay ciertos grupos importantes en el tema de la agroindustria, en ambas cámaras legislativas, para hacer “acciones de cabildeo” que controlan iniciativas, y son los que han hecho presión en cuanto al T-MEC para desacreditar el decreto presidencial.
Palabras que respaldó la senadora federal Ana Lilia Rivera, quien afirmó que actualmente lo que se pelea con este modelo de agricultura son intereses económicos transnacionales.
Añadió que llegar a este momento en México donde un decreto presidencial establece la prohibición del maíz transgénico para el consumo humano ha sido muy difícil por los grupos en el poder que están a favor de las transnacionales y sus intereses.
PMA/AMP