El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que la extinción de fideicomisos no afectará a los beneficiarios de los recursos, especialmente rubros relacionados con la educación, que ha sido uno de los temas más controversiales.
En su cuenta de Twitter, explicó que hay dos formas en las que los recursos que el gobierno federal asigna llegan a los destinatarios. Uno es de forma directa, vía el Presupuesto de Egresos de la Federación, cuyo llegan a través de la Tesorería de la Federación. El otro mecanismo es por medio del fideicomiso, cuando la Tesorería de la Federación manda los recursos a éste y después hace el pago.
“Para ser completamente claros, la mayor parte de todo el gasto, por mucho, se ejecuta a través de la vía presupuestal”, indicó el secretario.
Puntualizó que en el ejercicio fiscal 2019, el gobierno tuvo un gasto de 6.1 billones de pesos; de ese monto, solamente 23 mil millones de pesos se asignaron a través de fideicomisos, lo que quiere decir que 99.53 por ciento de todos los recursos del gobierno federal se asignaron a través de la forma tradicional, el presupuesto.
“En ese sentido, el fideicomiso es más bien la excepción, que la regla, a través de las cuales el gobierno realiza pagos apoyos, etcétera, a los distintos sectores, incluyendo cultura, ciencia y educación, atención a víctima”, señaló.
Añadió que la causa por la que los fideicomisos existen radica en que el presupuesto tiene una validez de un año y los recursos que no sean utilizados se pierden, una forma de brincarse ese mecanismo para mantener tales recursos es depositarlos en un fideicomiso
Un fideicomiso es un vehículo financiero de propósito específico que tiene personalidad jurídica propia y patrimonio propio, detalló.
Abundó que el fideicomiso es un mecanismo que por diversas razones no es el adecuado. Primero, por un tema de transparencia y rendición de cuentas, ya que el recurso es reportado como gastado cuando se aporta al fideicomiso y no cuando de verdad se ejecuta, así que si hubiera un fideicomiso que tuviera 2 mil millones de pesos y ese monto hubiera sido reportados a la Cámara de Diputados como gastado, en realidad está guardado.
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Segundo, es un mecanismo que esconde las deficiencias de la dependencia que los está operando, porque cuando no tuvo la capacidad de gastar, una forma de guardar los recursos es depositarlos en un fideicomiso para el año siguiente, pero además, es una forma extraordinariamente ineficiente de operar el gasto.
“Por ejemplo, hay un fideicomiso que detectamos hace una semanas que tiene alrededor de mil 200 millones de pesos, no ha tenido un solo movimiento desde el año 2013; de hecho los únicos movimientos que tiene son los pagos a la fiduciaria al banco que lo opera, alrededor de 1 millón 250 mil pesos por año”, dijo el titular de Hacienda.
Es así, abundó, que a veces esos recursos que se quedan en un fideicomiso de manera temporal, lo hacen mucho más tiempo de lo que fuera deseable, lo cual no es adecuado en un momento como el actual en el que se necesita gastar y donde hay necesidades de recursos para salud y otros rubros.
En este contexto, el secretario señaló que los recursos no van a faltar a los beneficiarios porque en temas como ciencia, cultura, deporte, entre otros, el gobierno federal puede presupuestar con base en los apoyos que han recibido y otorgar directamente los recursos.
lvm