ExxonMobil amplió sus objetivos para reducir la cantidad de dióxido de carbono que se libera con cada barril de petróleo que se extrae, aplicándolos a todas las operaciones de la compañía, pero evitando recortes de emisiones más profundos respaldados por sus rivales en Europa.
El gigante de energía de Estados Unidos indicó que se propone reducir la intensidad de los gases de efecto invernadero en toda la compañía en 20 a 30 por ciento para 2030. El objetivo anterior de Exxon era una reducción de la intensidad de entre 15 y 20 por ciento para 2025 en su negocio de upstream (exploración, perforación, extracción), o producción de gas y petróleo, mismo que afirmó lograr este año.
Los planes actualizados de emisiones y gastos de capital publicados ayer son los primeros desde que Exxon perdió sus puestos en el consejo de administración en una batalla por poderes con el fondo de cobertura activista Engine No 1, que había argumentado que la empresa no estaba preparada para un futuro con menos emisiones de carbono.
Andrew Logan, director senior de gas y petróleo de Ceres, que coordina la acción de los inversionistas en materia de cambio climático, dijo que los nuevos objetivos son “extremadamente inadecuados” y argumentó que Exxon está “perdiendo terreno en relación con sus pares”, que tienen objetivos más ambiciosos.
“Es difícil encontrar señales de que el enfoque fundamental de la empresa para abordar el cambio climático haya cambiado con la incorporación de los nuevos miembros del consejo”, dijo, aunque añadió que “aún es pronto”.
La intensidad del carbono es una medida de las emisiones por unidad de producción. Los activistas critican a Exxon por utilizar este criterio, en lugar de las emisiones absolutas, porque permite que las emisiones totales aumenten si la producción de combustibles fósiles se incrementa. Sin embargo, Exxon señaló que sus planes actualizados van a conducir a una reducción de las emisiones “en toda la empresa” de 20 por ciento para 2030.
Los objetivos de Exxon se limitan a las emisiones procedentes de sus operaciones, no de los consumidores que queman los combustibles que vende. BP y Royal Dutch Shell, las empresas europeas pares de Exxon, declararon que reducirán la producción de gas y petróleo con el tiempo para cumplir los objetivos de emisiones que abarcan la combustión de combustibles.
Exxon, con sede en Texas, tiene previsto gastar 15 mil millones de dólares de forma acumulada en nuevos esfuerzos de reducción de emisiones hasta finales de 2027, es decir, unos 2 mil 500 mdd al año. Su gasto total de capital previsto es de entre 20 mil y 25 mil millones de dólares al año hasta finales de 2027, frente a los 16 mil mdd del presupuesto de este año, que fue afectado por la pandemia.
Charlie Penner, que dirigió la campaña de Engine No 1 contra Exxon antes de abandonar el fondo, dijo que el aumento del gasto en bajas emisiones de carbono es positivo “si el objetivo es construir negocios escalables y rentables, en lugar de generar publicidad”.
Chevron, el mayor competidor de Exxon en EU, indicó que en septiembre gastaría 10 mil millones de dólares en proyectos de bajas emisiones de carbono hasta finales de 2028. Ambas empresas se comprometieron a destinar una parte mucho menor del gasto total a energías más limpias que sus rivales europeas.
Los gastos de capital previstos por Exxon aún están muy por debajo de los 35 mil mdd de gasto anual que la firma planeaba antes de que la pandemia hiciera caer la demanda mundial de petróleo. Engine argumentó a principios de este año que la dirección estaba gastando en exceso, poniendo en riesgo el preciado dividendo de Exxon.
Este año, la compañía petrolera disfrutó de un aumento en sus utilidades, gracias en gran parte al aumento de los precios del petróleo y el gas natural. Darren Woods, director ejecutivo de Exxon, afirmó que la “mejora de las perspectivas financieras” de la empresa respalda una mayor inversión en “proyectos de alta rentabilidad y una creciente lista de oportunidades de negocio de bajas emisiones que se refuerzan financieramente”.
Gran parte del gasto futuro de Exxon se centrará en proyectos en Guyana, donde la compañía descubrió vastas reservas de crudo frente a la costa del país sudamericano, y en la cuenca del Permian en Texas y Nuevo México, el mayor yacimiento petrolero de EU.
La empresa afirma que los planes le permitirán duplicar las ganancias para 2027, frente a los 14 mil 300 mdd de 2019.
Los 15 mil millones de dólares de gasto en bajas emisiones de carbono se repartirán entre los esfuerzos para reducir las emisiones de las propias operaciones de la empresa, en especial mediante la reducción de las fugas de metano y la quema de gas, y en nuevos proyectos de captura y almacenamiento de carbono, hidrógeno y biocombustibles.
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