Pese a que el nearshoring se percibe como una ola que llegará con fuerza a mover la economía del país, en las últimas semanas perdió potencia por la falta de infraestructura en energía, espacios como edificios industriales y la escasez de agua en varias regiones, indicó Guillermo González Frankenberger, socio de la firma legal Hogan Lovells.
En conferencia explicó que hay dos conversaciones respecto al fenómeno de la relocalización de cadenas productivas, por un lado el crecimiento de la inversión extranjera directa esperada y por otro la contratación en la disponibilidad de mano de obra en el sector maquilador.
“Los distintos actores señalan que en los últimos meses el tema de nearshoring está más lento de lo que lo que se esperaba (...) se percibía como una ola enorme que nos iba a bañar de beneficios”, expuso el experto del despacho de abogados.
González Frankenberger explicó que uno de los puntos para este retraso del nearshoring es el tema de la energía, ya que no hay suficiente infraestructura de transmisión y distribución y lo que está sucediendo es que la iniciativa privada invierta millones de dólares para solucionar estos inconvenientes.
Efectos del nearshoring llegarán tanto como lo permita la infraestructura
El socio de la firma agregó que existe un anuncio de proyectos por 9 mil millones de dólares por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que incluyen cuatro centrales de generación eléctrica, así como líneas de transmisión y subestaciones eléctricas, por lo que se percibe como una reacción del gobierno para solucionar esta problemática.
“De lo que no tenemos certeza es donde va a reaccionar, si en el norte, centro o sur o en todo el país. Se percibe que hay cierto empuje para que la industria se mueva y crezca en el sur del país lo que está bien porque crearía un país más homogéneo, pero el tema impacta en la frontera porque al no tener aquí infraestructura no hay nearshoring”, expresó.
El experto aseguró que los efectos de la relocalización llegarán tanto como lo permita la infraestructura, por lo que un segundo punto son las ciudades que tienen más madurez para recibir a la industria donde no hay edificios vacantes.
“Si tú quieres abrir hoy una planta industrial no vas a encontrar espacio y será muy difícil encontrar un edificio construido listo para rentar. Lo que se está haciendo es un modelo de negocio donde se construye a la medida, pero tarda año y medio en estar listo”, dijo.
González Frankenberger explicó que esto pudiera ser una curva descendente que disminuye el ritmo o que esta falta de espacios haga que se perciba la lentitud, dado que todo lo que se firmó en septiembre y octubre está en proceso de construcción.
Dijo que otro punto que pudiera estar afectando el nearshoring es el agua, ya que hubo problemas en Monterrey hace dos años y actualmente en Ciudad de México, por lo que ahora se vuelve un factor que analizan las empresas.
“Si hace dos años una empresa llegaba a México a negociar su planta, la discusión, la pregunta era cuánto costaría y en cuánto tiempo estaría lista. Hoy la discusión es si habrá energía y agua. En la medida que tengamos infraestructura será que podamos darle continuidad a esta ola del nearshoring”, manifestó.
El especialista espera que la noticia de la inversión de la CFE por 9 mil millones de dólares en sus proyectos de infraestructura, sean del primero de muchos pasos para resolver esta problemática y que el año electoral no sea stand by para la toma de decisiones.
PML