El Juego del Calamar se convirtió en la primera serie en encabezar las listas de popularidad en los 83 países donde transmite Netflix. Ted Sarandos, codirector ejecutivo del negocio de streaming de Estados Unidos, dice que la serie de drama distópico de Corea del Sur tal vez sea la más importante en su historia. La oleada plantea una pregunta más amplia: ¿los grupos de streaming deben pagar un cargo por congestionamiento por sus series exitosas, algo parecido a lo que pagan los automovilistas por conducir en calles abarrotadas?
El Juego del Calamar tiene el nivel de culpabilidad que causa adicción de la película Parásitos y la serie de zombis Kingdom. Estos también son productos de la creciente historia del entretenimiento de Corea del Sur y presenta fuertes subtextos sobre las disparidades de la riqueza y el poder.
La nueva serie presenta a un grupo desesperado de 456 personas endeudadas, incluidos un adicto a los juegos de azar, un banquero fugitivo y una refugiada de Corea del Norte. Ellos se inscriben para participar en un concurso por un premio de 38 millones de dólares al jugar seis juegos infantiles. Los perdedores mueren.
La serie significó un premio para Netflix y para las compañías de producción locales. También empujó a series de drama coreanas antiguas y olvidadas a las listas de popularidad. La creciente demanda de contenido eleva las tarifas de derechos de licencia. Los estudios locales ya registran fuertes márgenes de producción del alrededor de 40 por ciento.
El Juego del Calamar provocó una disputa por la carga que los programas exitosos ejercen en internet. El proveedor local SK Broadband inició acciones legales contra Netflix, en un raro enfrentamiento entre una plataforma de streaming de video y una compañía de banda ancha.
Éxitos como El Juego del Calamar y Kingdom convirtieron a Netflix en el servicio de streaming más exitoso de Corea del Sur, donde sus ganancias aumentaron más del doble en el año en comparación con 2020. Los datos de agosto muestran que los ingresos de Netflix subieron 80 por ciento, mientras que las suscripciones se incrementaron casi dos tercios, de acuerdo con WiseApp, el proveedor de datos de la industria.
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Por otro lado, eso significa que el tráfico que genera Netflix en su red subió 24 veces en los últimos tres años, de acuerdo con SK Broadband, lo que aumenta la presión por mejoras costosas en la red.
Las leyes locales exigen que las compañías de contenidos con más de un millón de usuarios y uno por ciento del tráfico total carguen con una parte de los costos de mantenimiento en los que incurren los proveedores de la red de banda ancha. Netflix representó casi 5 por ciento del tráfico diario de internet en el cuarto trimestre.
Netflix considera esas tarifas contrarias a su postura sobre la neutralidad de la red. Esto requiere que los proveedores de servicio de internet traten todo el contenido en sus redes por igual. Argumenta que SK Broadband pide una doble facturación, con suscriptores que paguen por la conexión de internet a través de su suscripción a Netflix así como su tarifa directa. El año pasado presentó su propia acción legal contra SK Broadband por los cargos.
SK Broadband argumenta que Netflix no ha pagado las cuotas de uso de la red que debe. Las compañías nacionales de servicios de streaming, al igual que todas las firmas, locales e internacionales, que utilizan más de su límite de ancho de banda, incluido Amazon, Apple y Facebook, han pagado las tarifas.
En Estados Unidos, Netflix paga al proveedor de banda ancha Comcast por velocidades más rápidas. Paga una tarifa de acceso a grupos estadunidenses de telecomunicaciones como Verizon y AT&T para asegurar que sus videos se transmitan sin problemas.
El primer round no salió bien para Netflix. El tribunal de distrito falló contra la compañía. La apelación contra el dictamen se presentará en diciembre.
A medida que impulsa los contratos de estudio a largo plazo en Corea del Sur, con alrededor de 500 millones de dólares reservados para el contenido coreano este año, espera que las disputas sobre las tarifas de uso de la red se vuelvan cada vez más amargas.
Para SK Broadband, que es propiedad total de la mayor compañía móvil local, SK Telecom, una resolución legal a su favor significará un flujo constante de tarifas de Netflix. Los márgenes brutos de SK Telecom han caído más de un cuarto en el año hasta junio, a partir de 98 por ciento en 2018.
Las acciones de Netflix registran un alza de un décimo desde el estreno de El Juego del Calamar. Si pierde la última demanda, tendrá que pagar un estimado de 84 mdd en tarifas de uso de red. La multa apenas será un rasguño, de menos de 1 por ciento de los 25 mil millones de dólares en ventas que registró el año pasado.
Será un ejemplo global para disputas similares sobre la neutralidad de la red. Un día puede ser la norma para los proveedores de banda ancha cobrar cargos a las firmas de streaming de video de rápido crecimiento. Los costos de suscripción de los consumidores aumentarán en consecuencia.