Alemania revisa regulación tras escándalo de Wirecard

“Soluciones radicales”. Berlín busca contener las consecuencias del enorme fraude cometido por el grupo de pagos; rescindirá el contrato con el regulador contable FREP.

La firma de servicios financieros se declaró en insolvencia la semana pasada. Shutterstock
Guy Chazan y Olaf Storbeck
Fráncfort y Berlín /

Alemania va a revisar la forma como regula a las firmas de contabilidad, ya que busca “soluciones radicales” para contener las consecuencias del enorme fraude en el grupo de pagos Wirecard. 

El gobierno pondrá fin a su contrato con el regulador de contabilidad del país, el Panel de Aplicación de Informes Financieros (FREP, por su sigla en inglés) hoy mismo, de acuerdo con funcionarios con información del asunto.

Entonces, el poder para iniciar investigaciones sobre los reportes financieros de las compañías se le entregará a BaFin, regulador financiero de Alemania, dijeron los funcionarios. 

Wirecard, alguna vez un grupo de pagos de altos vuelos de Alemania, se declaró en insolvencia la semana pasada después de admitir que quizá “no existen” mil 900 millones de euros. 

Los reguladores financieros se enfrentaron a acusaciones de que no supervisaron adecuadamente a la compañía que durante una década fue auditada por EY, una de las cuatro grandes firmas de contabilidad.

FREP, un organismo del sector privado con poder casi oficial, monitorea en nombre del gobierno los informes financieros de las compañías que cotizan en bolsa.

“Lo que nos demostró el asunto de Wirecard es que (...) la autorregulación por parte de los auditores no funciona adecuadamente”, dijo a Financial Times Jörg Kukies, viceministro de Finanzas de Alemania, y agregó: “Así que inevitablemente tenemos que preguntarnos si los organismos que actualmente regulan la industria deberían seguir haciéndolo en su forma actual”.

Durante más de tres años, la firma EY no solicitó información financiera crucial de la cuenta de un banco de Singapur donde Wirecard afirmó que se depositaba efectivo, un procedimiento de auditoría de rutina que puede haber descubierto un enorme fraude en el grupo alemán de pagos en una etapa mucho más temprana. 

El asunto de Wirecard resultó ser muy embarazoso para el gobierno alemán, que teme que pueda llegar a perjudicar la reputación de la industria de servicios financieros del país. A través de su portavoz, la canciller Angela Merkel, describió el viernes el caso como “alarmante”, mientras que Olaf Scholz, ministro de Finanzas, lo calificó como “un escándalo que casi no tiene precedentes en el mundo de las finanzas”.

“Deberíamos observar la historia de Wirecard como una señal para abordar estos problemas que existen desde hace mucho tiempo, y encontrar soluciones radicales”, dijo Kukies. “Solamente entonces podremos contener las consecuencias de este asunto”.

Kukies, un ex banquero de Goldman Sachs que se unió al Ministerio de Finanzas en 2018, dijo que BaFin “actualmente tiene poderes muy limitados” para supervisar a las firmas de contabilidad en Alemania. “Tenemos que pensar acerca de cómo debe cambiar el régimen normativo”, agregó.

FREP se fundó en 2004 en respuesta al escándalo contable de Enron, pero solo tiene 15 empleados y un pequeño presupuesto anual de 6 millones de euros. En la auditoría especial de KPMG sobre la contabilidad de Wirecard, que dio como resultado un informe no concluyente, participaron 40 empleados y tuvo un costo de 10 millones de euros, de acuerdo con una persona con conocimiento de primera mano de los detalles. 

En virtud de la ley alemana, BaFin puede pedirle al FREP que abra una investigación sobre los informes financieros de una compañía, pero no tiene influencia sobre el proceso real. El regulador con sede en la ciudad alemana Bonn necesita esperar el resultado de una investigación del FREP antes de que pueda iniciar su propio proceso indagatorio.

A principios de 2019 BaFin le solicitó a FREP que iniciara una investigación sobre Wirecard después de que Financial Times informó sobre acusaciones por parte de denunciantes sobre manipulaciones contables, de acuerdo con personas informadas sobre el asunto.

Sin embargo, solo un investigador del FREP ha estado trabajando en el caso y se lograron pocos avances, dijeron a Financial Times funcionarios con información sobre el asunto. La investigación se aceleró después de que una auditoría especial que encargó la compañía a KPMG en abril no logró verificar que grandes partes del negocio de Wirecard, así como mil millones de euros en efectivo de la compañía que supuestamente se mantenían en cuentas en Asia, realmente existían.

“Hemos visto que el FREP realmente puede tomarse su tiempo cuando investiga una compañía, y luego las autoridades pueden intervenir en una etapa relativamente tardía”, indicó Kukies. “Tenemos que revisar si eso es correcto. El asunto de Wirecard demostró que estas verificaciones deberían ocurrir más rápidamente”, añadió.

Berlín Marc Liebscher y Wolfgang Schirp, los abogados con sede en Berlín, señalaron ayer que están preparando una demanda colectiva de inversionistas contra la República Federal de Alemania, quienes exigen daños y perjuicios por una supuesta “falla de las autoridades reguladoras alemanas” en el caso de Wirecard.

Ni el FREP ni BaFin quisieron hacer comentarios. 

Demandan a EY

El gigante mundial de auditoría Ernst & Young (EY) se vio arrastrado por el escándalo de Wirecard, pues ya se presentaron demandas en su contra por sus deficiencia en verificación de las cuentas. 

Schirp & Partner

A principios de junio, el bufete de abogados berlinés Schirp & Partner interpuso una acción judicial contra EY bajo la acusación de violar “las obligaciones de control de un auditor”.

Softbank

El japonés Softbank prevé demandar a EY por su papel en el escándalo, según el semanario Der Spiegel. Softbank compró en 2019 bonos convertibles Wirecard por 900 millones de euros.


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