El declive de Elon Musk

FT MERCADOS

El costo para Donald Trump de mantener a su lado a Elon Musk le esta costando muy caro.

Musk ha intentado dar millones adicionales a los comités de acción política de Trump, pero ha sido rechazado.
Edward Luce
Ciudad de México. /

Cuando Elon Musk dijo que adoraba a Donald Trump “tanto como un hombre heterosexual puede amar a otro”, el efecto vomitivo fue generalizado. Trump es una de las pocas personas que quedan en Washington D.C. a las que les gusta tener a Musk cerca. Sin embargo, después de otorgarle a Musk más poder que a cualquier figura privada en la historia de Estados Unidos (EU), el presidente está viendo cómo su benefactor se convierte en un lastre. La pregunta es cómo se va a librar Trump de Musk, no si lo hará.

El precio de tenerlo como cotimonel ya es alto. The New York Times relató cómo Trump le cortó las alas a Musk en una acalorada reunión de gabinete la semana pasada. Los jefes de gabinete, en lugar del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Musk, se encargarían de sus propias contrataciones y despidos, dijo Trump. Hasta entonces, su Casa Blanca había estado notablemente libre de filtraciones, a diferencia de su primer mandato. Pero parece que los altos cargos están ansiosos por despedir al oligarca con motosierra. El enfrentamiento se organizó con el objetivo de acelerar ese día.

Una muestra de la preocupación de Musk por la disminución de su influencia es que su visita a Mar-a-Lago el fin de semana pasado no estaba programada originalmente, según fuentes internas. Además, Musk ha intentado canalizar millones adicionales a los comités de acción política de Trump y ha sido rechazado. Trump no es alguien que se conozca por rechazar dinero. Pero parecería que Musk estaba comprando su estancia prolongada. Su prestigio cae tan rápido como el precio de las acciones de Tesla. El índice de aprobación de Trump se ha mantenido estable. Con señales de una inminente “recesión de Trump”, Musk aún podría ser un pararrayos útil.

Pero ese es el alcance de su potencial. Su influencia es en su mayoría negativa. No hay legislador republicano ni director de Trump que no esté aterrorizado por el poder de Musk. Un cheque de 50 mdd para financiar una primaria podría acabar con la carrera de un senador, 10 mdd para un legislador. La red social X de Musk también podría destruir la carrera de un miembro del gabinete. Los funcionarios ahora emiten de forma rutinaria comunicados de prensa primero en X. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció primero sus planes de reducir el USAID en la red social.

Parece que no hay nada que Musk no diga para difamar a quienes se interponen en su camino. Musk solo está actuando más como él mismo. Pero su disposición a difamar la imagen está interfiriendo con el trabajo de Rubio. Musk amenazó recientemente con provocar un colapso en la primera línea de Ucrania al desconectar su servicio satelital Starlink. Después de la objeción del ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, Musk publicó: “Cállate, hombrecillo...no hay sustituto para Starlink”. Polonia es uno de los pocos países europeos a los que Trump ha dicho que ayudaría en caso de un ataque. Un Rubio impotente se sintió obligado a respaldar a Musk.

Pero el costo de mantenerlo al lado de Trump está creciendo. Al ignorar cómo funciona el gobierno federal, Musk solo está causando daño. Esto también debilita a Russell Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, que se pasó años elaborando planes para deconstruir el estado administrativo. Fue coautor del Proyecto 2025, el plan radical de la Heritage Foundation para un segundo mandato de Trump. La traumatización del servicio civil estadunidense sobrevivirá a Musk. Pero es probable que Vought lo haga con menos incompetencia. Tampoco comparte la aparente renuencia de Musk a atacar al Pentágono, una fuente importante de sus contratos federales.

Es tentador pensar que Musk tiene un impulso suicida político. La reciente caída del patrimonio neto del aspirante a billonario casi anuló sus ganancias posteriores a las elecciones. Pero eso sería ingenuo. El acceso de DOGE a las cuentas de los contribuyentes, los registros de la seguridad social y los datos de los empleados federales sería una mina de oro para cualquier titán de la inteligencia artificial. La tentación de Musk de acaparar todo para sus propios fines será grande. Pero eso significa conservar la confianza de Trump. Si Musk tiene algo de autoconocimiento, de ahora en adelante usará traje y mantendrá a sus hijos fuera del Despacho Oval. Después de llevar a su hijo X, de cuatro años, a la Casa Blanca el mes pasado, fuentes cercanas afirman que Trump pidió que se desinfectara el escritorio del HMS Resolute. El niño se sintió tan en confianza como su padre.

También está el impacto de Musk en la política de Trump hacia China. A medida que los clientes en EU, Europa y otros lugares rechazan a Tesla y buscan alternativas a SpaceX, la dependencia comercial de Musk de China está creciendo. La influencia de línea suave de Musk en la política hacia China es evidente. Trump ahora parece casi tan desinteresado en el destino de Taiwán como en el de Ucrania. La mayor parte del resto de su equipo son políticos de línea dura contra China. Si Trump se vuelve contra China, será otra señal del declive de Musk.

OMM

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