Es la hora de la verdad para los fabricantes de vehículos eléctricos. El ataque de Rusia a Ucrania puso de manifiesto las preocupaciones que existen con respecto a la dependencia que hay del petróleo y los precios de la gasolina, justo cuando la industria automotriz por fin empiezan a cumplir sus promesas de ofrecer una amplia gama de coches más ecológicos.
En los últimos 10 días, Ford, Stellantis y Honda anunciaron planes ambiciosos para acelerar la producción de vehículos eléctricos, y Tesla finalmente obtuvo el permiso de abrir una nueva planta de baterías en Europa.
Un aumento extraordinario de los precios del petróleo, que alcanzaron los niveles más altos de los últimos 14 años, le recuerda a las personas que quieren comprar vehículo las ventajas financieras de buscar lo ecológico.
La posibilidad de un gran cambio es especialmente alta en Estados Unidos (EU). Los precios en las gasolineras siempre son más volátiles allí, y actualmente se dirigen a un nuevo récord. Los estadunidenses también se muestran menos entusiastas con los autos eléctricos que los conductores de otros grandes mercados, debido a que los subsidios del gobierno son más pequeños.
El año pasado, las ventas de vehículos eléctricos en EU aumentaron más del doble, pero todavía representan menos de 5 por ciento de los nuevos vehículos de pasajeros, en comparación con alrededor de 14 por ciento tanto en China como en la Unión Europea.
El aumento de los precios del petróleo ya comenzó a despertar el interés del consumidor. Pero los concesionarios no pueden vender coches que no tienen. La escasez mundial de semiconductores y los retrasos de los envíos dejaron los inventarios de automóviles en niveles bajos.
Las consecuencias de la guerra sin duda no ayudó. Algunos grandes grupos automotrices cerraron sus fábricas en Rusia a causa de la invasión. Mientras Ucrania es uno de los principales productores de los kilómetros de cables y conectores que alimentan los sistemas eléctricos de muchos coches.
Aunque esa producción puede trasladarse a otro lugar si es necesario, el papel de Rusia como fuente clave de minerales de tierras raras crea un problema mucho más duradero.
El Occidente no ha logrado, en gran medida, planear con antelación la creciente demanda de minerales de la transición energética. A menos que los inversionistas con mentalidad ecológica reconsideren su habitual desprecio por la minería, la falta de seguridad de los suministros de minerales raros hará que aumente el costo de los vehículos eléctricos, ya de por sí elevado, así como los tiempos de producción.
Existe un riesgo de que muchos compradores de coches que podrían haberse animado a probar un vehículo eléctrico se desalienten por las listas de espera y los precios más altos. Otros optarán por el modelo de gasolina, retrasando su transición energética durante varios años. La industria petrolera está mucho mejor preparada para aumentar la producción que los mineros de tierras raras.
srgs