Los fabricantes de todo tipo de cosas, desde corbatas de moño hasta kayaks inflables, de sopladores de hojas y tela de tapicería de caravanas, cuentan el costo potencial de la última ronda en la guerra comercial de Trump, ya que los consumidores estadunidenses se enfrentan a su primer gran impacto directo de los aranceles sobre las importaciones de China.
Los consumidores estadunidenses y las empresas que los atienden se preparan para nuevos aranceles hasta de 25 por ciento sobre otros 200 mil millones de dólares (mdd) en importaciones de productos chinos, después de que expiró el periodo de comentarios al que convocó el gobierno del presidente Donald Trump.
Este año ya se impusieron aranceles sobre cerca de 50 mil mdd en bienes importados de China, y se espera que Pekín tome represalias si una amplia cobertura de bienes de consumo como pescado, refrigeradores, bicicletas y muebles, entre muchos otros, se enfrenta a nuevos aranceles.
John Hoge vende kayaks inflables que se importan de China para el negocio familiar que él y su hermano manejan en Long Island, a las afueras de la ciudad de Nueva York. Su compañía, Sea Eagle, la fundó su padre hace más de medio siglo, pero se enfrentará a un “impacto devastador” si se implementan las tarifas, y si Hoge no puede convencer a Washington para que los kayaks, remos y bombas de China queden exentos, recibirá un golpe con eso, le dijo a Financial Times.
“Los kayaks inflables no son exactamente los que mandan en la economía mundial, ni forman parte del plan “Hecho en China 2025”, dijo, refiriéndose al plan de Pekín para expandir su base de fabricación avanzada y de alta tecnología.
“No hay riesgo de seguridad en eso, y nunca hubo una industria de (kayaks inflables) en EU”, dijo.
Mike Kersey, cuyo bisabuelo fundó American Lawn Mower en 1895, antes de que Henry Ford creara Ford Motor, dijo que la siguiente ronda de aranceles amenazaría a los sopladores eléctricos de hojas, limpiadores de alta presión, barredoras de césped y otras herramientas para exteriores de su compañía que mucha gente de clase media, propietarios de una vivienda, consideran como una necesidad para mantener en buenas condiciones grandes extensiones de césped y casas en los suburbios.
“No hay alternativas reales para las empresas que son proveedores de herramientas eléctricas para el exterior que no sean China”, dijo. “Muchos de estos productos, en su forma actual, de energía eléctrica, nunca se fabricaron en Estados Unidos”, agregó.
Destacó que habrían quebrado si no hubieran recurrido a China.
“Esperábamos crecer en 2019, pero si se implementan plenamente esos aranceles, podríamos reducir nuestro tamaño y no podremos hacer contrataciones”.
Jerry Johnson, presidente de la división de granjas y ranchos agrícolas de Blount International, estima que los aranceles con los que se amenazó podrían agregar 100 dólares al precio de un producto de 3 mil dólares de su compañía, que vende retroexcavadoras, cortadoras de hierba y matorrales, segadoras de giro cero, divisores de troncos, rotocultivadores y otros productos que prefieren los que él llama “ruralistas”.
Johnson define a un ruralista como una persona que no se gana la vida con la agricultura, pero “tiene de cinco a 50 acres (20 hectáreas), un pequeño tractor y le gusta jugar en su tierra, tal vez tengan algunos pollos, vacas o un gran jardín”.
Aranceles a China pegarán a los consumidores de EU
Los estadunidenses tendrán el primer impacto directo de las cuotas que alcanzarán hasta 25 por ciento sobre productos fabricados por el gigante.
Ciudad de México /
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