México es un actor clave en la industria de las telecomunicaciones a nivel mundial, comentó Mónica Aspe, CEO de AT&T México. Sin embargo, la directiva explica que el país tiene retos específicos para aprovechar su posición privilegiada ante el nearshoring. “Enfrentamos la realidad de que también necesitamos expandir las redes de telecomunicaciones a áreas que aún no están cubiertas”, dijo. “Tenemos una penetración de servicios aún baja en estas zonas”.
Durante su participación en el M360 LATAM y el 11° Congreso Latinoamericano de Transformación Digital, Mónica Aspe consideró que el modelo de financiamiento de las redes debe cambiar, ya que el costo sobre el espectro radioeléctrico en el país es el más alto a nivel mundial. “Es una peligrosa paradoja, porque ni recauda más ni logra impulsar el desarrollo de la infraestructura digital”, mencionó.
¿Cómo va el desempeño de AT&T este año?
Cerramos el primer trimestre con crecimientos tanto en número de clientes, como en ingresos y rentabilidad. Alcanzamos los 22.5 millones de clientes. Fue sin duda uno de los mejores trimestres en años: un crecimiento de 20 por ciento en sus ingresos versus 2023, 35 millones de pesos extra en EBITDA y un aumento de 27.7 por ciento en la venta de equipos.
Una de las estrategias clave fue impulsar AT&T Premium, una evolución de Ármalo, que busca fortalecer su base de suscriptores con tecnología 5G, con el objetivo de aumentar su Promedio de Ingresos por Usuario (ARPU), que representa el gasto medio en los servicios de telefonía e internet desde su dispositivo móvil y, por consiguiente, en los ingresos totales de la compañía.
Uno de los principales desafíos para los operadores de telecomunicaciones es asegurar la rentabilidad de la red 5G entre los clientes. Por esta razón, las empresas han comenzado a diseñar planes que ofrecen mayores bolsas de datos y acceso ilimitado a redes sociales, con el fin de incrementar el gasto promedio de los consumidores.
¿Cómo se encuentra la industria de las telecomunicaciones en México versus otros países?
Si bien América Latina tiene un gran reto en materia de telecomunicaciones, hay países que están haciendo cosas interesantes. Por ejemplo, la tecnología 5G continúa avanzando poco a poco en Brasil, tras sumar 24.3 millones de accesos a fines de marzo, o 9.4 por ciento de todas las conexiones móviles. En este caso, Brasil es mejor que otros países donde no tenemos los retornos básicos de inversión y en donde además las licitaciones del espectro radioeléctrico quedan en su mayoría desiertas.
El costo sobre el espectro radioeléctrico en México es el más alto a nivel mundial y eso lo coloca en una peligrosa paradoja, porque ni recauda más ni impulsa el desarrollo de la infraestructura digital. ¿Por qué? Porque es tan caro que entonces los operadores no lo compramos. ¿Queremos espectro? Por supuesto. ¿Vamos a comprar espectro en las condiciones actuales? No. Y hemos sido muy públicos en ello.
Estamos más o menos 60 por ciento arriba de la mediana internacional y eso se ha traducido en que los concesionarios que en su momento, a través de procesos de licitación, obtuvieron espectro radioeléctrico, lo han devuelto al Estado. Basta recordar la última licitación que se organizó, la IFT 10, donde de 41 bloques que se pusieron a disposición del mercado, solo se asignaron tres y quedaron desiertos 38.
Lo que estamos viendo es que la señal que manda el mercado es que ese precio del espectro es insostenible, que no hay interés para seguir adquiriendo más espectro con esas condiciones y de hecho lo están devolviendo. Creemos que debe de verse como un asunto de Estado.
ELLA DICE...“Alcanzamos los 22.5 millones de clientes
Fue sin duda uno de los mejores trimestres en años”.
Este escenario ha provocado que las autoridades decidan licitar partes muy pequeñas del espectro: sin embargo, esto mismo puede generar problemas técnicos y que no se aprovechen nuevas oportunidades en áreas como las aplicaciones industriales.
Estoy segura que con la nueva administración replantearemos el modelo de negocios de las telecomunicaciones en México. Tenemos que revisar cómo lo estamos haciendo y descubrir por qué no estamos avanzando a la velocidad que quisiéramos.
¿Cuáles consideras que son los retos que enfrenta México con el nearshoring?
Uno de los principales desafíos es satisfacer la demanda de las industrias que buscan mejorar su cadena de suministro. Lograr esto ayudaría a México a atraer mayores inversiones. Estamos listos para el nearshoring, por supuesto; sin embargo, todavía enfrentamos la realidad de que también necesitamos expandir las redes de telecomunicaciones a áreas que aún no están cubiertas. Tenemos una penetración de servicios aún baja en estas zonas. En medio de ello, enfrentamos una ola de inversiones enormes y la llegada del 5G para el nearshoring.
Es indispensable reducir el costo sobre el espectro radioeléctrico, ya que no solo ampliaría la cobertura de servicios, sino que también propiciaría una mejor conectividad de las empresas que están llegando al país por la relocalización.
En todas esas plantas, la automatización, la comunicación con proveedores, con clientes, etcétera, requiere de conectividad. Pero es muy importante que el espectro esté disponible al mercado a precios asequibles para fortalecer la infraestructura digital y que el país sea más competitivo.
¿Cuáles son los retos en Latinoamérica?
El modelo actual que pesa sobre los negocios de telecomunicaciones no es sustentable, los ingresos por cliente no se perfilan a subir lo suficiente para cubrir la demanda de redes (infraestructura) que se necesitan de cara a la automatización de las actividades industriales. Mientras las necesidades de inversión crecen, al mismo tiempo, los precios en el mercado no subirán en un porcentaje suficiente para cubrir el costo de esas inversiones que se necesitan para avanzar.
El modelo tiene que cambiar, fundamentalmente porque todos necesitamos esas redes para comunicarnos; la economía y la sociedad digital corren por ellas. El modelo de financiamiento que tenemos hoy no funciona hacia el futuro. Sin embargo, consideró que hay innovaciones que podemos implementar para transformar no solo a los operadores de las telecomunicaciones sino a toda la industria en su conjunto.
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