Shanghái se convirtió en la primera ciudad china que emite permisos para que los coches de autoconducción transporten pasajeros y carga en las calles de la ciudad, una señal positiva para las empresas que esperan monetizar la tecnología en China.
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El grupo automotriz chino SAIC, el grupo alemán BMW y la compañía china de solicitud de transporte, Didi Chuxing, recibieron un lote primario de licencias “operativas” para realizar pruebas de una flota de 50 autos en el distrito Jiading de Shanghai, de acuerdo con la agencia oficial de noticias Xinhua.
La medida, con la que se vio al país eliminar por primera vez las reglas que limitan a las compañías a realizar pruebas de manejo sin pasajeros, fue un paso para permitir la adopción y comercialización de la conducción autónoma en la ciudad, dijo Xinhua.
Las regulaciones que rigen las licencias que se publicaron esta semana dicen que para obtener la aprobación los solicitantes deben tener más de 24 mil kilómetros y mil 200 horas de pruebas sin pasajeros en el distrito de Jiading de Shanghai sin accidentes.
Los vehículos pueden transportar carga o pasajeros voluntarios, pero los viajes no pueden generar utilidades. Si la flota de 50 vehículos de una compañía opera durante seis meses sin incidentes, entonces pueden presentar una solicitud para aumentar el número de vehículos.
La capacidad de desplegar coches de autoconducción con pasajeros en Shanghái es “muy importante” debido al tamaño de la ciudad y el complejo entorno de conducción, dijo Tu Le, de la consultora Sino Auto Insights.
“Parte de lograr que los coches de autoconducción se encuentren en camino de la comercialización es la aceptación por parte de otros conductores y esto avanza”, dijo Le.
En agosto, Didi anunció planes para lanzar una flota de robotaxis en el distrito de Jiading, que dará a los usuarios de su servicio la opción de tomar un auto sin conductor en ciertas rutas.
BMW, el primer fabricante internacional en obtener los permisos en China, dijo que las licencias les permitirán demostrar las aplicaciones en el mundo real de sus tecnologías de conducción autónomas.
“China tiene los escenarios de tráfico más complicados del mundo”, lo que hace que la investigación en China sea una parte importante en el desarrollo de la autoconducción de la empresa en todo el mundo, dijo la compañía.
En los últimos años, los fabricantes de automóviles ya invirtieron miles de millones de dólares en el desarrollo de la autoconducción, intentando ponerse al día con los líderes como Waymo de Google, con la expectativa de que la tecnología va a poner de cabeza el transporte a nivel mundial.
Muchos han aprovechado la robotaxis como una buena apuesta para recuperar inversiones, pero las compañías aún enfrentan numerosos obstáculos normativo para alcanzar a una adopción generalizada -y todavía más para su comercialización- de la tecnología.
Hasta ahora,Estados Unidos ya ha emitido más licencias de pruebas que China para coches de autoconducción que pueden transportar pasajeros, y ciudades como Phoenix, San Francisco, Detroit, Pittsburgh y Palo Alto ya otorgan permisos.