Bayer logró superar el martes el último gran obstáculo para la adquisición de Monsanto por un monto de 66 mil millones de dólares, ya que las autoridades antimonopolio de Estados Unidos aprobaron el acuerdo, con el requisito de que se realicen ventas de algunos activos por un valor de 9 mil millones de dólares.
El Departamento de Justicia dio la aprobación al grupo alemán de productos farmacéuticos y químicos para comprar a su rival estadunidense después de un proceso de dos años que atrajo el escrutinio de las autoridades de competencia en todo el mundo.
Makan Delrahim, asistente del fiscal general, dijo que la venta de activos por un valor de 9 mil millones de dólares a BASF, el grupo alemán de productos químicos, es “la más grande desinversión para una fusión que exige Estados Unidos”.
Entre las ventas se encuentran las operaciones en las que Bayer y Monsanto compiten directamente, entre ellas los negocios de algodón, canola, soya y semillas de hortalizas, junto con su operación de herbicidas Liberty, que se enfrenta directamente con Roundup, de Monsanto.
Funcionarios del Departamento de Justicia estadunidense dijeron que el arreglo, que necesita la aprobación del tribunal, “en gran medida se alineó” con las ventas que requirieron sus contrapartes europeas, pero señalaron la venta adicional de la operación de tratamiento de semillas de Bayer para disipar las preocupaciones de una competencia vertical.
Para el acuerdo también se pide que se entregue parte de la propiedad intelectual y “proyectos” de investigación y desarrollo.
“Sin las ventas que se acordaron, la fusión propuesta probablemente tendría como resultado precios más altos, menor calidad y menos opciones en una amplia gama de productos para la protección de semillas y cultivos”, dijo el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
A principios de año, la Comisión Europea también autorizó el trato entre las dos empresas. El regulador antimonopolio con sede en Bruselas avaló el acuerdo de Monsanto en marzo, luego de que llegó a la conclusión de que “después de esta fusión habrá una competencia efectiva e innovación en semillas, pesticidas y agricultura digital”.
Bayer en ese momento se comprometió a vender partes claves de su operación de semillas y otras unidades para una consideración total de 7 mil 600 millones de euros al grupo alemán de productos químicos BASF. Bayer dijo el martes que espera obtener “en los próximos días” la aprobación regulatoria de las autoridades antimonopolio en Canadá y México.
Funcionarios del Departamento de Justicia dijeron que el acuerdo con Bayer contó con la ayuda de la decisión de Werner Baumann, director ejecutivo de Bayer, de volar desde Alemania durante las vacaciones de Semana Santa para encabezar las negociaciones.
“Toda esa transacción fue totalmente fuera de lo normal, por lo que se requirió de un cierto nivel de contacto personal”, dijo un oficial del Departamento de Justicia.
Baumann dijo que la compañía obtuvo “casi todos las autorizaciones que son condiciones para cerrar la transacción” y que espera recibir “muy pronto” todas las aprobaciones que restan para el acuerdo.
“Recibir la aprobación del Departamento de Justicia nos coloca más cerca de nuestro objetivo de crear una empresa líder en agricultura”, dijo en un comunicado.
El grupo alemán agregó que espera completar la venta y desinversión de todas las unidades de negocios que prometió vender como parte del proceso antimonopolio en aproximadamente dos meses.
La aprobación del Departamento de Justicia se produjo cuando KWS, la compañía alemana de semillas, llevó a cabo un último esfuerzo para hundir la venta acordada del negocio de semillas de hortalizas de Bayer a BASF.
Bayer se comprometió formalmente a vender Nunhems, la operación de semillas de hortalizas, como parte de su esfuerzo por obtener la aprobación regulatoria para su adquisición de Monsanto.
En abril la unidad se le vendió a BASF junto con otras empresas de semillas por mil 700 millones de euros, pero la transacción solamente se puede completar una vez que la Comisión Europea declare formalmente que BASF es un “comprador adecuado”. Bayer no quiso hacer comentarios sobre la oferta.
BASF tampoco quiso responder de forma directa a la oferta de KWS, pero señaló que firmó “un acuerdo vinculante para adquirir la operación de semillas de hortalizas de Bayer”.