América Latina rara vez lidera la política económica mundial. La región ha tenido dificultades para crecer desde el último auge de las materias primas y carece de competitividad. ¿Pero puede enseñarle al G7 un par de cosas para combatir la inflación?
Mientras que los bancos centrales de Reino Unido, Estados Unidos y Europa se mantienen a la defensiva en contra de una inflación persistentemente elevada, los bancos centrales de América Latina sacaron a relucir sus músculos para combatirla y están recogiendo los frutos.
Un momento oportuno fue de ayuda. América Latina se apresuró a subir las tasas de interés, empezando por Brasil en 2021, un año antes que la Reserva Federal de Estados Unidos.
Su táctica funcionó. Brasil ganó terreno en la lucha contra la inflación, que ya cayó desde un máximo de 12.1 por ciento en abril hasta poco menos de 8 por ciento el mes pasado.
Chile y Colombia no están muy lejos. Las dos economías subieron las tasas de interés en 10.75 y 8.25 puntos porcentuales, respectivamente, y ya casi terminan con el aumento de las tasas. Los economistas de Citi esperan que la inflación se reduzca a la mitad el próximo año.
Perú y México completan el cuadro de la prudencia monetaria, con alzas de 6.5 y 5 puntos porcentuales respectivamente.
La lección que América Latina ofrece al mundo, dice Ilan Goldfajn, director del FMI para el hemisferio occidental, “es que si te adelantas a la curva en el endurecimiento, si reaccionas rápido y vas a donde tienes que ir, eso ayuda a ganar la lucha contra la inflación”.
Los bancos centrales de América Latina relajaron la política monetaria más que el G10 durante la pandemia. Pero su posterior firmeza no solo fue una reacción a una mayor inflación.
Las altas tasas de interés reales también mantuvieron fuertes las monedas latinoamericanas. Mientras que la libra, el euro y el yen se debilitan frente al dólar.
¿Por qué América Latina actuó con tanta determinación? Alejandro Werner, director del Georgetown Americas Institute, cree que los bancos centrales del G7 confían demasiado en los modelos económicos erróneos. Mientras que los latinoamericanos utilizan modelos “pero también su experiencia y su experiencia de la inflación es mucho más reciente”.
srgs