Bed Bath & Beyond, la cadena estadunidense de artículos para el hogar, advirtió que existen dudas sobre su capacidad para continuar en funcionamiento, lo que plantea la perspectiva de una de las mayores quiebras en el sector minorista del país desde que inició la pandemia.
La compañía, que tiene casi mil establecimientos, comunicó a los inversionistas que estudian alternativas estratégicas, como la reestructuración de la deuda, la recaudación de nueva deuda o capital, la venta de activos y la “obtención de una exención en virtud del código de quiebra de Estados Unidos”.
Las acciones del grupo bajaron 18 por ciento, a 1.98 dólares, en las operaciones anteriores a la apertura del mercado, pero cerraron en 2.31 dólares. Su capitalización de mercado, que era de 17 mil mdd hace una década, ya cayó por debajo de 200 millones.
El balance de la firma se ha ido deteriorando, pero la reducción de su crédito hizo que tuviera dificultades para la compra de los inventarios necesarios para la temporada de compras navideñas. Entre las razones por las que espera registrar una fuerte caída interanual de las ventas en el trimestre hasta el 26 de noviembre están la “menor disponibilidad de inventarios” y el menor tráfico de clientes.
Los cargos por deterioro de alrededor de 100 millones de dólares también aumentarán su pérdida neta para el periodo de 276 mdd hace un año a alrededor de 386 millones de dólares, indicó.
El grupo, que a finales de agosto tenía una deuda a largo plazo de más de mil 700 millones de dólares, obtuvo en agosto un préstamo de 375 mdd de Sixth Street Partners. También intentó reducir su deuda con canje de bonos que las agencias de calificación crediticia consideraban equivalente a un incumplimiento de pagos, ya que los tenedores de bonos recibirían menos de lo que se les había prometido en un principio.
Ya había ampliado el plazo varias veces, pero el ayer puso fin a la oferta de canje después de que muy pocos tenedores presentaran sus bonos no garantizados para satisfacer sus condiciones.
Los bonos no garantizados con vencimiento el año que viene cotizaban a menos de 25 centavos por dólar esta semana.
La mayoría de los minoristas de Estados Unidos entraron en la temporada crítica de compras navideñas con niveles saludables de inventario este año, en contraste con los dos primeros años de la pandemia, que se complicaron por las disrupciones de la cadena de suministro y los cambios bruscos en los patrones de compra de los consumidores.
Sin embargo, la firma tuvo más dificultades que la mayoría para abastecerse de los artículos que querían sus clientes, y los proveedores estaban cada vez más nerviosos por su capacidad para pagar sus facturas.
“A pesar de unos planes de comercialización más productivos y una mejor ejecución, nuestros resultados financieros se vieron afectados negativamente por las limitaciones de inventario, ya que nos asociamos con nuestros proveedores para superar los retos microeconómicos y macroeconómicos”, dijo Sue Gove, directora ejecutiva.
El grupo utilizaba la liquidez que llegaba por las ventas de la temporada de compras navideñas para restaurar los niveles de inventario, dijo.
Los problemas se dan mientras la inflación pesa sobre los minoristas, luego de que los estímulos del gobierno impulsaron el gasto de los consumidores.