BioNTech invierte sus ganancias de vacuna contra el covid-19 en tratamientos del cáncer

FT MERCADOS

Busca reinventarlos y hacerlos “a la medida” de cada paciente. Su éxito renovaría la industria farmacéutica.

La compañía era un participante poco conocido en el mercado farmacéutico antes de la pandemia.
Hannah Kuchler
Ciudad de México /

Uğur Şahin llega a la sede de BioNTech en la misma bicicleta maltratada que utiliza desde hace 20 años. Es posible que el desarrollo de la vacuna contra el covid-19 haya convertido a los fundadores de la compañía alemana en multimillonarios, pero el director general se resiste a hacer cambios en su vida personal. 

Şahin y su esposa, la directora médica Özlem Türeci, fundaron BioNTech en 2008 para crear una caja de herramientas que transformara el tratamiento del cáncer. Desde que se volvieron famosos por la vacuna, su visión no ha cambiado. 

Aunque la vacuna de ARNm, que desarrollaron con la farmacéutica estadunidense Pfizer, ya salvó millones de vidas y permitió reactivar las economías del mundo, también fue un negocio paralelo. BioNTech “es una compañía contra el cáncer que fue capaz de dejar todo lo que estaba haciendo para crear una vacuna contra el covid-19”, afirma Akash Tewari, analista de Jefferies. 

La decisión de hacerlo aportó una cantidad de dinero sin precedentes a la compañía, que ahora cuenta con activos por 19 mil millones de euros, y se esperan miles de millones más de ingresos. Esa cantidad equivale a “toda una vida de financiamiento”, dice Suzanne van Voorthuizen, codirectora de valores de ciencias biológicas del banco holandés Kempen & Co. 

Mientras que algunos multimillonarios utilizan su riqueza para comprar periódicos o financiar aventuras extraterrestres, Şahin y Türeci redoblan la apuesta en una esperanza que, admite Şahin, en su día sonaba a ciencia ficción: adaptar los fármacos al cáncer de cada paciente. El éxito significaría un nuevo viaje: reinventar la industria farmacéutica. 

El efectivo de covid 

Frente a la oficina de Şahin, se levantó un laboratorio provisional de tres plantas con cabinas. En el interior, una máquina sintetiza las plantillas de ADN utilizadas para crear ARNm (ARN mensajero), la tecnología con la que BioNTech contribuye como pionero. Este año el gasto en investigación y desarrollo de BioNTech se duplicará hasta alcanzar los mil 500 millones de euros. 


La respuesta a la pandemia demostró por primera vez que la tecnología ARNm puede utilizarse para crear una vacuna muy eficaz. BioNTech quiere utilizar el código para incitar a las defensas del cuerpo a enfrentarse a un tumor de cáncer

Sin embargo, a diferencia de su rival estadunidense Moderna, que se enfoca en cómo desplegar el ARNm en una serie de enfermedades infecciosas y otros problemas, la empresa alemana lo quiere utilizar para combatir el cáncer. 

Antes de la pandemia, BioNTech era un participante poco conocido en el mercado farmacéutico mundial de 1.2 billones de dólares que es dominado por empresas de larga trayectoria. Dos años después se había convertido en la compañía de biotecnología más prometedora de Europa. 

Matthias Kromayer, socio gerente de MiG Capital, dice que cuando invirtió ni siquiera creía en el potencial del ARNm. Le dio dinero a la pequeña BioNTech porque los fundadores parecían entender cómo la tecnología cambiaría la atención de salud, dice. 

En abril, BioNTech dio a conocer los resultados de un estudio que combinaba el ARNm con la terapia de células CAR-T para reprogramar el sistema inmunológico de un paciente. Hasta el momento, solo ha funcionado en cánceres de la sangre. Pero los científicos de BioNTech crearon un refuerzo de ARNm que amplía el número de células inmunitarias y mejora su capacidad para eliminar un tumor sólido, lo que lo hace útil en una gama más amplia de cánceres. 

Brad Loncar, inversor en el sector de biotecnología enfocada al cáncer, lo declaró “casi revolucionario”. “Es tan interesante que hizo que todo el sector se replantee cómo atacar los tumores sólidos”

Más allá del cáncer y las enfermedades infecciosas, también planean abordar las afecciones autoinmunes y la medicina regenerativa, que restaura las células dañadas o enfermas. En total, la empresa ya tiene en marcha 19 ensayos clínicos en fase inicial y 12 programas preclínicos. 

El dinero no crece en los árboles 

A finales de marzo, los activos de BioNTech estaban por encima de los 19 mil millones de euros, superando incluso los 16 mil mde de Moderna, y más de la mitad de las grandes farmacéuticas, como GlaxoSmithKline, AstraZeneca y Novartis. 

Los ensayos clínicos para el cáncer son caros, especialmente si una compañía tiene que comprar primero el medicamento que desea combinar con su tratamiento. Y los productos personalizados, como los CAR-T, han demostrado ser difíciles de comercializar en un sistema que está más familiarizado con la compra de fármacos del estante como si fueran bienes de consumo. 

Ante la caída de las valoraciones de las compañías de biotecnología este año, Gareth Powell, gestor de fondos de atención de salud de Polar Capital, afirma que BioNTech tiene suerte de poder financiar tantos programas. “Si no tuvieran el dinero del covid…. me imagino que estarían bajo una gran presión”, dice. 

Pero aunque ahora cuentan con importantes recursos financieros, el éxito a largo plazo no está garantizado. Loncar dice que todavía puede resultar que el ARNm no funcione realmente contra el cáncer. 

La oncología es mucho más complicada que la creación de vacunas y es un campo hipercompetitivo, en el que casi todas las grandes compañías farmacéuticas buscan tratamientos para las mismas enfermedades. 

El programa de oncología clínica más avanzado de BioNTech es el de las vacunas contra el cáncer. A diferencia de las vacunas normales, estas no impiden que el receptor desarrolle un cáncer, sino que se utilizan como tratamiento para incitar al sistema inmune a destruir las células mutadas. 

El Dato...

Mil 500 millones de euros

Gastará BioNTech en investigación y desarrollo este año

Las esperanzas de crear vacunas contra el cáncer se han visto frustradas en muchas ocasiones. Loncar dice que uno de los problemas podría ser que las terapias se despliegan demasiado tarde. Las nuevas terapias suelen probarse primero en pacientes que no han respondido a fármacos anteriores y que suelen tener un cáncer en fase avanzada, pero él cree que podrían funcionar mejor en una fase más temprana. 

La compañía también lleva a cabo ensayos clínicos con cánceres en fases tempranas y está interesada en administrar las vacunas justo después de que los pacientes hayan sido operados para extirpar el tumor primario. 

Pasos más pequeños 

Además de la incertidumbre científica, BioNTech se enfrentará a retos prácticos en su intento de disrumpir el negocio farmacéutico. La compañía tendrá que presionar a los reguladores para que se adapten a las terapias individualizadas que rompen el molde de los ensayos clínicos convencionales. 

Las acciones de BioNTech registran una caída de 20 por ciento en el último año, después de que algunos inversionistas vendieran al anticipar que las ventas de la vacuna contra el covid se iban a desacelerar. Pero el valor de las acciones ya se multiplicó por más de cuatro veces desde el nivel que tenían en 2020, cuando la empresa anunció que estaba desarrollando una vacuna con Pfizer. 

Loncar cree que los accionistas pueden llevarse una sorpresa. “Los inversores se vieron realmente muy consentidos por la rapidez con la que tuvieron éxito las vacunas contra el covid-19. Normalmente, el desarrollo de fármacos no es así”, afirma. “Algo que me preocupa es que hoy tienen una base de accionistas que espera que mañana tengan éxito en cosas que no sean covid”. 
El Dato...

1.2 billones de dólares

Es el valor del mercado de la industria farmacéutica en el mundo

Uğur Şahin subraya que la empresa siempre ha sido clara con los inversores sobre su verdadera visión: “No podemos garantizarles lo que va a ocurrir con el covid. Esto depende más de lo que ocurra en el mundo y de cómo evolucione el virus, y menos de nuestras competencias”. 

Aunque la compañía decidió destinar la mayor parte de sus ingresos de las vacunas a inversiones internas, anunció sus planes de devolver casi 2 mil millones de euros a los accionistas en forma de recompra y dividendos. Esto también dividió la opinión de los accionistas. “Es una gran pérdida de dinero”, dice Powell de Polar Capital. 

Los analistas afirman que la mayoría de los inversores confían en los fundadores de BioNTech. Van Voorthuizen, de Kempen, afirma que no hay fundadores más inspiradores que Şahin y Türeci. “Son increíblemente inteligentes y trabajan muy duro”. 

Türeci dice que una vez más se adentran en “territorio desconocido”. Y es probable que el éxito no llegue a la velocidad de la luz.


srgs

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