La pionera adopción del bitcóin como moneda de curso legal por parte de El Salvador se topó con problemas a las pocas horas de su lanzamiento, después de que el gobierno tuvo que desconectar su aplicación para almacenar el volátil activo digital y el precio mundial cayó.
Alrededor del amanecer en la hora local, el presidente Nayib Bukele dijo en Twitter que la aplicación del monedero digital llamado Chivo —jerga salvadoreña para algo genial— dejaría de funcionar mientras se aumentaba la capacidad del servidor.
La aplicación, que ofrece a los ciudadanos salvadoreños que la descargan un monto inicial gratuito de 30 dólares en bitcoines, se desconectó unas horas más tarde, y Bukele apareció para supervisar personalmente el proceso de pruebas a través de Twitter. Al mediodía, la aplicación Chivo estaba disponible en los teléfonos Huawei y Apple. El gobierno también quiere que esté disponible a través de Google.
El precio global de bitcóin se tambaleó mientras se caía el sistema de monedero del país, y registró una caída de hasta 17 por ciento para llegar a 43 mil 119 dólares antes de recuperarse para operar un 10 por ciento por debajo. Coinbase, el mercado estadunidense de intercambio cripto, se topó con problemas técnicos que retrasaron o cancelaron las transacciones de algunos clientes.
El colapso se produjo solo un día después de que El Salvador gastara millones de dólares para comprar 400 bitcoines. Bukele dijo que el país había comprado otros 150, con lo que el total asciende a 550.
La pequeña nación centroamericana se convirtió en la primera en el mundo en hacer de bitcóin una moneda de curso legal, en un plan que se aprobó apresuradamente en el congreso en cuestión de horas y se implementó en apenas 90 días. Los economistas y la comunidad financiera internacional criticaron la medida, que tampoco es popular entre los salvadoreños.
La agencia Moody’s rebajó la calificación de deuda del país en parte debido a la ley, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) —actualmente en conversaciones con el gobierno sobre un nuevo préstamo— advirtió que ese plan puede desestabilizar la economía de 25 mil millones de dólares.
Siobhan Morden, jefa de renta fija de América latina en Amherst Pierpont, señaló que la táctica de Bukele con el bitcóin coincidió con los movimientos para consolidar su poder, que han sido criticados por Estados Unidos.
“El lanzamiento oficial de BTC puede dominar los titulares”, escribió en una nota. “Sin embargo, algo más importante fue el dictamen de la sala constitucional de la Corte Suprema (el viernes pasado) que permite reelecciones consecutivas”, añadió.
Ayer, cientos de personas marcharon en varias protestas en la ciudad capital de San Salvador portando pancartas contra el bitcóin y una reforma reciente del partido gobernante que requiere que todos los jueces mayores de 60 años sean despedidos.
“Ahí están, esos son los que roban usando bitcoines”, coreó un grupo de jóvenes manifestantes frente a uno de los cajeros automáticos de Chivo, según un video publicado en Twitter.
Varios legisladores de la oposición acudieron a la legislatura con camisetas negras antibitcóin, informaron los medios locales.
Los fans de los activos cripto en todo el mundo elogian la medida pionera de El Salvador en redes sociales, y algunos iniciaron una campaña para tratar de convencer a la gente de que compre 30 dólares de bitcóin para mostrar su apoyo.
Bukele dijo que tomó la decisión para ayudar a llevar inversión al país y mejorar el acceso a los servicios financieros, pero ayer en la mañana indicó que su equipo todavía trabajaba para aumentar la capacidad del servidor para escanear imágenes.
“Es un problema relativamente simple, pero no puedes solucionarlo con el sistema conectado”, escribió en Twitter. “Un poco de paciencia”, pidió.
Bajo la ley, todas las empresas del país tienen que aceptar el bitcóin como pago por bienes y servicios, aunque los clientes todavía pueden optar por utilizar el dólar estadunidense, que ha sido la moneda nacional desde 2001.
Luis Merbreño, consultor económico que asesora a compañías locales e internacionales en El Salvador, dijo que los problemas con la aplicación eran previsibles.
“Es un desastre”, dijo Merbreño a Financial Times, y agregó que los problemas actuales y futuros con la aplicación pueden generar pérdidas para las personas si no pueden convertir sus bitcoines a dólares. “Significa que la gente pierde la confianza en el sistema”, advirtió.
El plan está respaldado con 150 millones de dólares de fondos del gobierno, monto que muchos economistas creen que no será suficiente para hacer frente a los riesgos creados por permitir los pagos de impuestos en la criptomoneda mientras que los pasivos permanecen principalmente en dólares.
Los defensores de las criptomonedas no se dejaron intimidar y dijeron que la historia más importante fue que el país dio un paso que ayudará a reducir los costos de las remesas.
“Es importante dar un paso atrás y reconocer la inmensidad de hoy”, dijo Antoni Trenchev, cofundador del especialista en activos digitales Nexo. “En 12 años de existencia, el bitcóin ha escalado un muro de abuso y rechazo para ser adoptado por individuos, empresas y ahora un país”.